Ganar y, además, jugar bien no es nada fácil en esta categoría

Maikel Naujoks

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

16 oct 2021 . Actualizado a las 22:33 h.

El partido me recordó en algunas facetas al último contra el Real Unión y, en otras, al anterior frente a la SD Logroñés. El Dépor se hizo con el dominio enseguida, pero le pasó lo mismo que en Irún. No fue capaz de aprovechar las numerosísimas llegadas en superioridad de sus laterales al área. No materializamos estas jugadas. El planteamiento del entrenador está siendo muy claro, con laterales largos que buscan los centros para el remate del delantero centro o las llegadas de los interiores, pero no se está consiguiendo. El gol fue uno de los típicos de esta categoría y llegó de la estrategia, donde el equipo cuenta con Juergen, que es un lanzador excepcional. En la segunda parte no pasó nada. Ni el Deportivo mató el partido, como ya ocurrió el día de la SD Logroñés, pero tampoco permitió muchas ocasiones del Sanse. Se pasó mal aquel día y hasta tenía el temor de que se repitiese esta vez, pero lo cierto es que el rival no fue tan inquietante. Apenas tuvo ocasiones. Así que si la segunda parte se hubiese borrado directamente, nadie la echaría de menos.

El Dépor se sintió cómodo, mientras el Sanse aguantó a ver si en los últimos diez minutos ocurría algo. La verdad es que Mackay no intervino para nada. Su propio tropezón fue lo más peligroso que el Sanse hizo.

Noel no desentonó. Gozó de pocas ocasiones, pero quizá el rival lo había estudiado del partido anterior. Tuvo un lance parecido al del gol en Irún, pero esta vez el desmarque de Miku no le ayudó. Ofreció un rendimiento similar al de sus compañeros.

Supongo que estaría nervioso. Además, llovía mucho, el campo estaba pesado y el entrenador seguro que le pidió que ayudase en tareas defensivas, así que le tocó doblar esfuerzos, por lo que perdería frescura para el ataque. Solo fue su primer partido como titular, y ahora solo queda esperar que siga jugando.

La victoria era obligatoria, jugando bien o mal. Había que ganar, porque ganar y, además, jugar bien no es nada fácil en esta categoría. Riazor es un campo grande y con mucha gente, pero todos los rivales se encierran y achuchan. La estrategia manda. El Dépor ganó con gol a balón parado y minimizó los ataques del rival. Ha dejado la portería a cero y eso también es muy importante.