El Deportivo da por cerrado el ERE con solo un caso pendiente de dirimir en los juzgados

TORRE DE MARATHÓN

RCDeportivo

El exgerente Pablo Pereiro sostiene que ya había sido despedido públicamente en una rueda de prensa del presidente, Antonio Couceiro

15 oct 2021 . Actualizado a las 10:32 h.

Después de meses de negociaciones y reuniones, el Deportivo ha dado por cerrado el ERE que inició en julio. Lo hace con un único caso pendiente de dirimir todavía en los juzgados. Es el del exgerente de la entidad, Pablo Pereiro, que sostiene que no puede ser incluido, puesto que había sido despedido públicamente semanas antes en el transcurso de una rueda de prensa pronunciada por el presidente del club, Antonio Couceiro.

El pasado verano, tras confirmarse que el primer equipo tendría que pasar un año más alejado del fútbol profesional, el consejo de administración encontró en el expediente de regulación de empleo la fórmula más adecuada para tratar de liberar la importante masa salarial que debía afrontar en el ejercicio 2021-2022.

En el anterior, el coste bruto de la plantilla de futbolistas fue de 3,8 millones de euros (en las cuentas aprobadas en junta aparecen 5,3 millones, debido a que la temporada anterior había concluido con el ejercicio contable 2020-2021 ya iniciado). Esta cifra aumentaba en el presente hasta los 5,4 millones, algo que los rectores del club entendieron que no podían asumir. De este modo, se comenzó a negociar con los 13 futbolistas de la plantilla cuya ficha superaba los 150.000 euros, que el consejo de administración puso como tope salarial para esta temporada. Hubo acuerdo con todos menos con Uche y Borges, los dos únicos que finalmente acabaron negociando en el ERE. Su salida le costó al club en torno al millón de euros.

En cuanto al personal no deportivo, el expediente afectó a tres trabajadores, de los que Pereiro optó por llevar el tema a juicio y el jefe de prensa, Rafa Carpacho, alcanzó un acuerdo con el Deportivo para continuar en su puesto.

Más allá del ERE, el club coruñés prescindió de los servicios del que fuera durante más de 25 años delegado del primer equipo, Juan Ángel Barros Botana, y se encuentra también en litigio con el histórico preparador físico José Ángel Franganillo, al que la entidad le propuso seguir, pero con una reducción salarial del 80 %, algo que él no aceptó.