Una hora de Juergen Elitim

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

El centrocampista conquistó Riazor con dos pases que valieron dos goles

30 ago 2021 . Actualizado a las 01:13 h.

Lesionado, no se dejó ver mucho en pretemporada. Poco se sabía del fútbol de Juergen Elitim en A Coruña antes de vestirse de corto para debutar ante el Celta B. Para la mayor parte de la afición, solo era uno más en la lista de anónimos que este verano aterrizaron en A Coruña.

No es el colombiano un tipo de muchas palabras. La rueda de prensa de su presentación duró tres minutos y un segundo —entre preguntas y respuestas—. El centrocampista, cedido por el Watford y arrebatado a una Ponferradina que lo quería, demostró en la hora que estuvo sobre el césped que el nuevo Deportivo puede girar en torno a él. De alguna manera, y por fortuna para Riazor, Juergen ha acabado jugando en la tercera categoría del fútbol español.

Tres vértices para brillar

El deportivismo guarda recuerdos enfrentados cuando el trivote se dibuja en el centro del campo de Riazor. Mauro, Flavio y Jokanovic fueron la primera aproximación datada en A Coruña de este esquema, antes incluso de que se popularizase el término. Las últimas, fueron peor. Guilherme, Borges o Çolak no convencían y los últimos coletazos en Primera los dio el conjunto coruñés con un trío en el centro del campo formado por Borges, Mosquera y Muntari.

Borja Jiménez dibujó ayer su trivote y Riazor esperó a ver qué sucedía, con dos integrantes de sobra conocidos por la grada (Villares y Bergantiños) y una incógnita que portaba el 6.

Pronto el Dépor dio muestras de superioridad en el centro del campo, regalado por un conjunto vigués reconociendo sus propios problemas al plantear una defensa de cinco que no tapó los problemas acumulados durante todo el verano. El filial vigués no es el que el curso pasado sacó las vergüenzas al Deportivo en Riazor, pero este Dépor tampoco es el que avergonzó a su masa social la anterior campaña.

Buena parte del éxito coruñés lo tuvo ayer Juergen y sus dos socios del centro del campo. El 6 tiene pie y visión, y en cuestión de cinco minutos colocó dos balones que valieron dos goles. Destrozó al rival a la espalda. El ex de la Ponfe es potente y también coge la pelota para ejecutar el balón parado. Tiene buena pinta.

La simbiosis de la sociedad en la medular fue perfecta. Bergantiños se pudo liberar, impulsado por sus compañeros, para ayudar a los centrales y actuando infiltrado entre ellos y Villares repartió fútbol, en la misma línea del curso pasado.

La próxima rueda de prensa de Juergen será más larga.