Óscar Gilsanz, nuevo entrenador del Fabril: «Hay que apostar por los jugadores jóvenes, por la cantera y por la calidad»

Miriam Santos, X. F.

TORRE DE MARATHÓN

Óscar Gilsanz, en la ciudad deportiva de Abegondo
Óscar Gilsanz, en la ciudad deportiva de Abegondo CESAR QUIAN

«Hoy el entorno del futbolista es demasiado amplio y a veces es difícil llegar a él», lamenta el técnico

17 ago 2021 . Actualizado a las 10:28 h.

Óscar Gilsanz sigue dando pasos en su carrera en los banquillos. Tras una temporada histórica con el juvenil A, ha tomado las riendas de un Fabril muy joven pero lleno de talento, en el que volverá a entrenar a muchos de los jugadores que levantaron la Copa de Campeones el pasado mes de junio. Futbolistas que incluso están teniendo protagonismo con el primer equipo blanquiazul en los primeros compases de la pretemporada.

 —Llega para suplir a Valerón ¿Le sorprendió su salida del club?

—Todo fue tan rápido que no nos dio tiempo a analizar la situación, se dio así. Llegó una propuesta directa hacia mi y solo pensé en aceptarla.

—¿Cómo está viviendo ese cambio de rol del juvenil al Fabril?

—Con mucha naturalidad. Hay muchos jugadores que ya tenía el año pasado en el juvenil y el escenario es muy parecido, hay poco cambio en ese sentido. La exigencia evidentemente será mayor, pero poco cambio y con naturalidad.

—Varios de los juveniles que entrenó la temporada pasada están teniendo protagonismo en el Deportivo. ¿Está satisfecho?

—Sí que es una satisfacción, pero hay mucha gente que ha influido en la formación de esos futbolistas y sería injusto atribuirme el mérito. El trabajo de cantera es un trabajo de equipo. Que los jugadores hayan llegado o estén llegando preparados es un éxito de mucha gente y fruto de mucho trabajo.

—¿Veremos algo de ese juvenil en este nuevo Fabril?

—Evidentemente. La plantilla está formada por muchos juveniles del año pasado. Esos jugadores tienen que seguir trabajando y sobre todo demostrando que tienen capacidad para cotas más altas.

—Maneja una plantilla muy joven en una categoría complicada para la gente de esas edades. ¿Cree que sería bueno introducir algo de veteranía con los próximos fichajes?

—El club sigue trabajando en incorporar dos o tres futbolistas. Una parte importante del crecimiento de los futbolistas que suben de juveniles va a ser los que están al lado de ellos. A mi me gustaría que las nuevas incorporaciones tengan la ambición también de poder alternar y participar con el primer equipo con lo que eso supone. Hay veces que hay acudir al mercado y dotar al equipo de algo de lo que carece, para que también favorezca el desarrollo del resto. Si viene algo, no hay ninguna duda de que va a venir para ayudar al objetivo del club, que es seguir acercando a los jugadores al primer equipo.

 —En un grupo que es campeón de España, supongo que le ayudará haber tenido ese trato previo con ellos

—Me puede ayudar el hecho de que los conozco y ya los entrenaba y les echaba broncas antes de ser campeones de España. Hasta ahora todo ha sido bueno. Un resultado deportivo, que para el club es muy importante, ha tenido una trascendencia muy grande. Pero ser campeones está tan cerca o tan lejos de haber fallado un penalti en Las Palmas, y al final el trabajo y el nivel de los futbolistas sería el mismo. Hay que ir con calma, no sabemos hasta qué punto los jugadores pueden soportar esa carga que se les está poniendo encima de los hombros de ser la generación que está llamada a llegar al primer equipo. ¿Mi receta para esa calma? La naturalidad. Algunos llegarán y otros no. Nosotros tenemos que trabajar para que merezcan esas oportunidades arriba, para que se las den y para que las aprovechen.

 —Hay tres jugadores de su juvenil que disputan el Teresa Herrera. Trilli, que tuvo un gran impacto tanto en el juvenil como en el Fabril. Noel, que no llegó al Fabril de la pasada temporada. Y el caso de Peke, que no es protagonista en la Copa de Campeones, pero ahora está también en el primer equipo. ¿Cómo analiza a cada jugador?

—Cada jugador es diferente, y a cada uno hay analizarlo desde un punto de vista distinto. No se pueden tratar de la misma manera y tendrán una evolución diferente. Son circunstancias que muchas veces son imperceptibles. Trilli ha aparecido en una posición, en la que además de su gran nivel, el jugador que el club ficha para esa posición se lesionó nada más llegar. El camino no está hecho, hay que hacerlo. Estos tres jugadores tienen el camino sin hacer, y tienen que ir haciéndolo, pero cada uno de una manera diferente. Todos tienen muy buenas condiciones, pero tienen que ir adaptándose a lo bueno y a lo malo. No me atrevo a decir cuál será su camino, ser entrenador es complicado porque las recetas no se mantienen; lo que te vale hoy no te vale mañana.

 —Manuel Pablo, su sustituto en el juvenil, sostiene que es importante no tener miedo por apostar por los jóvenes y que es bueno que lleguen al primer equipo cuanto antes. ¿Comparte esta opinión?

—Hay que apostar por los jugadores jóvenes, hay que apostar por la cantera y hay que apostar por la calidad, pero también creo que cada jugador tiene su proceso, sus tiempos y su manera de acercarse a su mejor nivel. Algunos necesitan mayor exigencia para llegar a ese nivel y otros necesitan mayor confianza, eso depende de cada uno. Cada jugador es diferente en ese sentido.

 —¿Le queda un poco la espinita de no poder entrenar al juvenil en la Youth League?

 —Te aseguro que la voy a disfrutar. Es un premio para el club, los jugadores e incluso la afición, que quizás se merezca un partido en Riazor con cierto ambiente nostálgico. Voy a disfrutar como parte del grupo que fue capaz de ganar esa Copa de Campeones, como aficionado y como parte del club.

«Hay que cuidar la cabeza de los futbolistas»

La salud mental ha cobrado gran importancia en estos últimos años dentro de los clubes y para el técnico de Betanzos ese trabajo es «fundamental» a la hora de asumir decepciones y de saber lidiar con la presión.

 —¿Cómo influye el factor mental en la formación de los jóvenes y cómo piensa que debe ser el papel del técnico?

—El factor mental es importantísimo. El 98% de los jugadores que están en la cantera del Deportivo o en otras similares tienen un nivel futbolístico alto, en muchos casos suficiente para ser futbolista profesional. Todo lo que les va pasando, a partir de los 16 años, en relación a los altibajos en su nivel, a la progresión más o menos esperada que tengan en ese momento y cómo les afecta a ellos a nivel mental va a ser fundamental en el desarrollo de su carrera deportiva. El cómo les afecta no tener minutos en un momento determinado, el que les cierren una puerta… La parte mental es importante y a veces es un poco olvidada. Parece que el jugador que es muy bueno con 15 años va a ser siempre así, y eso no es cierto. No todos los jugadores progresan de la misma manera, no todos absorben a partir de ahí el juego colectivo o lo que se requiere de ellos, y solo con lo individual a veces no les llega. Es fundamental ir encaminando a los jugadores en cómo va a ser el fútbol profesional para ellos y en ese caso la figura de los técnicos es clave. Yo trato de acercarme a los jugadores, a una distancia prudencial, para que ellos entiendan que voy a ser lo suficientemente frío con ellos para decirles la verdad. Hoy el entorno del futbolista es demasiado amplio y a veces es difícil llegar a él y que él sea capaz de absorber no solo lo positivo, sino también lo negativo.

 —¿Como entrenador echa de menos que la figura del psicólogo se incluya dentro de los cuerpos técnicos?

 —El año pasado existía esa figura. Sería importante que se incluya de una manera que los jugadores no lo vean como algo externo. A veces se ha querido externalizar esa situación y creo que funciona mejor metiéndola dentro del funcionamiento diario, porque esa es la manera de que el jugador se abra más. El Dépor lo está haciendo bien en ese sentido, es algo fundamental. Hay que cuidar la cabeza de los futbolistas. A la hora de ser jugador profesional es tanto o más importante que las piernas.

—Cuando son tan jóvenes el tema mental a veces les cuesta. Aquí hemos visto casos de carreras lastradas por ese tema

—Sin ninguna duda. La figura del psicólogo, al igual que la del nutricionista, la del readaptador o la del podólogo es fundamental. Los entrenadores llevamos toda la vida ejerciendo de psicólogos, intentando filtrar el mensaje que le queremos dar a los jugadores de manera que les afecte positivamente. Nadie debería dudar de la aportación de esa figura al deporte en general.

 —¿Tiene la sensación de que la preparación a la hora de afrontar retos, de asumir decepciones o a la hora de competir, se ha ido adaptando con los años de alguna manera?

 —La sociedad cambia y un equipo de fútbol es un reflejo de esa sociedad. Hay inquietudes diferentes. Al jugador hay que acercarse de manera distinta, a cómo piensan, a cómo se sienten. Tienes que adaptarte a esa manera de llegar al jugador. Nuestro objetivo es que muestre algo que creamos que nos va a acercar a su máximo rendimiento. No puedes quedarte en la superficie.

—¿Ahora les cuesta más asumir esas decepciones?

 —Sí, pero eso forma parte del entorno del futbolista. Hay mucha gente que está alrededor del deportista en general, tanto para aportarle, animarle, ayudarle a gestionar su carrera… Y es importante que ese mensaje, cuando llega una situación negativa, sea capaz de gestionarlo. Tenemos que ser sensatos para decirle al jugador la verdad, para enseñarle el camino, el que no está asfaltado y el que sí. Enseñarle que no todos los caminos son rectos, que no todas las cuestas son hacia abajo. Como entrenadores debemos enseñarles esa parte para que estén preparados para el fútbol y para la vida. ¿Cómo se hace? Yo creo que es intuición.

—Esos entornos están cogiendo cada vez más poder. ¿Cómo influyen los agentes y la presión familiar?

—A nivel entrenador no tengo esa percepción de que me condicione más mi trabajo una mayor presencia de agentes. Es cierto que somos conscientes de que los futbolistas tienen en su entorno a esa figura, pero a mí como entrenador no me afecta en nada. 

«El objetivo es acercar el nivel de los jugadores al del primer equipo»

La plantilla del Fabril se ha renovado y con Gilsanz al frente buscará mejorar los números de la temporada pasada mientras ayuda a que sus jugadores sigan creciendo en una categoría muy exigente.

 —La temporada pasada fue complicada para el Fabril, ¿qué objetivo se marca para este año?

—El objetivo es acercar lo máximo el nivel de los jugadores al del primer equipo. Para eso evidentemente tienen que ser jugadores que vengan ya formados, que lo sigan haciendo y que sean capaces de competir al nivel que se les exige. Eso es lo que buscamos en el Fabril, acercarlos cuanto más mejor al nivel del primer equipo.

—¿Qué Fabril vamos a ver esta temporada?

—Va a ser un Fabril muy joven, un equipo con mucha ilusión, que va a apostar por ser protagonista, por querer llevar el peso de los partidos. Estamos trabajando para que los jugadores se sepan adaptar a las diferentes situaciones que se van a encontrar en la competición y en el fútbol a partir de ahora, no solo en el escenario de Abegondo, con un campo de grandes dimensiones, sino a otros tipos de partidos para que sean capaces de sacarlos adelante.

 —¿Cree que es el momento de que por fin haya una apuesta firme por la cantera?

—No hay ningún club que no diga que siempre es el momento de apostar por la cantera. En estos momentos, con las dificultades que está pasando el Deportivo, que el primer equipo esté en Primera RFEF acerca el nivel de los jugadores de cantera. Pero todos los equipos siempre hablan de una apuesta firme por la cantera. Creo que esa apuesta debe ser continua, independiente de los propios resultados que se produzcan . Para eso, los que estamos en la cantera debemos trabajar para que los jugadores se muestren lo más preparados posibles. Lo que nos transmite el club es que la apuesta es clara.