Àlex Rodríguez, nuevo jugador del Deportivo Liceo: «En este club tienen una forma distinta de vivir el hockey sobre patines»

Miriam Santos / A. C.

TORRE DE MARATHÓN

Hockey Global

El delantero, de 27 años, fue pichichi con más de 50 goles y llega a A Coruña con ganas de dar un paso adelante en su trayectoria

10 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Liceo suma gol con Àlex Rodríguez. El delantero, de 27 años, pichichi de la OK Liga la pasada temporada (con 52 goles), es una de las caras nuevas de la plantilla verdiblanca. Formado en el Voltregà, el delantero firma con el equipo liceísta por dos temporadas. Potencia y liderazgo de un jugador con raíces gallegas, que llega a A Coruña tras cinco temporadas en el Reus para seguir creciendo y luchar por los títulos.

—¿Qué tal llevó el aterrizaje?

—Muy bien. Estoy con mucha ilusión y con más ganas que un niño pequeño de empezar esta temporada, porque seguro que va a ser un gran año.

—¿Qué sensaciones tiene tras iniciar la pretemporada?

—Todo es muy fácil con este grupo. Ya estamos todos pensando en la Supercopa, que es a principios de septiembre.

—Su padre era gallego, seguidor del Deportivo y del Liceo.

—De muy pequeño se fue a Cataluña, pero en verano siempre estábamos con la familia, aquí en Galicia. Era muy fanático del Dépor y, obviamente, del Liceo también, ya que era el único club gallego en lo más alto cuando empezamos a jugar mis hermanos y yo.

—Marcó 52 goles. El listón está alto.

—Sí, está claro que va a ser muy difícil igualar o superar esa cifra, pero siempre he dicho que lo individual es lo de menos. Voy a intentar marcar goles y ayudar al equipo, porque lo importante será ganar colectivamente.

— Llegó a Reus como una joven promesa y ahora, a A Coruña como un jugador ya consagrado.

—Llegué a Reus con 22 años siendo un jugador muy joven y con muchas cosas que mejorar, pero al final los números dicen que soy mucho mejor de lo que era, por lo que espero seguir mejorando aquí.

—Tras cinco temporadas allí, ¿era el momento de salir y seguir creciendo?

—Siempre es difícil dar un paso así, pero tenía claro que necesitaba un cambio de aires. Quería seguir evolucionando en mi carrera y cuando tuve la llamada del Liceo supe que tenía que aceptar. Es un equipo muy competitivo y que no tiene que envidiar nada a nadie, por eso fue muy fácil tomar la decisión de venir aquí.

—¿Qué es lo que más le llamó la atención del proyecto del Liceo?

—Desde fuera se ve que, deportivamente, hacen muy bien las cosas. Y cuando llegas aquí, lo notas más. El grupo humano que hay es brutal. Hay un ambiente excepcional. Tenía la envidia sana de verlo desde fuera y decir: «Tengo que estar allí», porque creo que es una forma distinta de vivir el hockey que te lleva a ganar títulos.

«Me caracterizo por el hambre de victoria»

El nuevo liceísta se encontró en el vestuario con viejos conocidos.

—¿Qué tal con sus nuevos compañeros?

—A muchos del equipo ya los conocía, por no decir a la mayoría. Con Dava Torres estuve en la selección española sub-20. Con César Carballeira coincidí en el Reus y, además, nos conocemos desde pequeños. A los hermanos Grau (Carles y Marc), también porque eran amigos de uno de mis hermanos... así que bueno, los conozco a casi todos.

—¿Qué objetivos se marca en esta nueva etapa?

—No sé a dónde puedo llegar, donde está mi límite, pero quiero seguir mejorando. Ojalá se vea un Àlex Rodríguez mejor del que se ha visto hasta ahora.

—Tendrá ganas de estrenarse en el Palacio de los Deportes.

—La verdad es que como pabellón es brutal, es uno de los mejores que hay en el hockey y, obviamente, tengo ganas de jugar mi primer partido allí con la camiseta del Liceo.

—¿En categorías inferiores era de los que se hartaba a marcar goles o destacaba también por otras facetas?

—La verdad es que desde pequeño siempre he marcado muchos goles. El problema es que cuando llegas arriba de todo siendo tan joven poco a poco tienes que adaptarte y hacer otras cosas, como cuando llegué al Reus. Pero, al final, la cabra siempre tira al monte y salió otra vez el olfato goleador.

—¿Cómo se describiría como jugador en la pista y que cree que puede aportar al equipo?

—Soy un jugador muy competitivo que nunca da un partido ni una pelota por perdida. Lo que más me caracteriza es ese hambre de victoria. Tengo un buen chut de pala, me gusta correr... A veces es complicado definirse a uno mismo, pero creo que soy un jugador que siempre quiere ganar y que intenta ayudar al equipo en lo que haga falta, que es lo más importante.