Una defensa del Deportivo a la carta para Borja Jiménez

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

La primera línea cerrada en cuanto a incorporaciones responde a la intención del técnico de dar profundidad con los laterales y ser prácticos en el eje central

25 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Castigar por fuera, no sufrir por dentro. El plan de Borja Jiménez, verbalizado en instrucciones que el técnico ha ido dosificando a lo largo de este arranque de pretemporada, ya tiene sus ejecutores de primera línea. El Deportivo ha dejado compuesta su zaga después de despachar su portería. De atrás hacia adelante, sin gastos disparatados para concentrar ahora el esfuerzo económico en torno a la zona de definición. Hasta allí pretende llegar el técnico explotando al máximo las dimensiones del campo a través de un recurso poco innovador, pero del que apenas ha podido presumir durante varias temporadas el conjunto blanquiazul. No han abundado los laterales de largo recorrido para plasmar el dominio que le habría correspondido a la escuadra coruñesa en varios cursos; como el último, sin ir más lejos.

Alberto Benito, la más reciente incorporación al plantel coruñés, es un futbolista con tendencia a pisar campo rival y obtener beneficio de los movimientos de arrastre desde el extremo hacia la frontal del área. Propicio para generar superioridad por fuera y también para buscar el centro al área con más garantías de las ofrecidas por sus predecesores en la posición.

Estas virtudes también adornan a quien aparece como principal alternativa al lateral catalán. Trilli no da muestras de estar acusando el enorme salto que separa el juvenil del primer equipo, y a los 18 se postula como principal competencia para Benito en el carril. Tiene planta, piernas y talento para el largo recorrido. Más allá de la lesión de Valín, que además de romper su continuidad condiciona las opciones de salir cedido, el vencedor de la Copa de Campeones figura entre los canteranos con más posibilidades de plaza en el Dépor.

En el costado opuesto también hay garantías de verticalidad. Héctor Hernández ya dejó pruebas de ello el curso pasado, durante el que sus envíos (tanto a balón parado como en movimiento) estuvieron entre lo más aprovechable de cuantos llegaron desde las orillas. Alternó titularidades con Salva Ruiz, quien esta misma semana llegaba a un acuerdo para abandonar A Coruña en vista de las escasas opciones que tenía de entrar en los planes de Jiménez. Y es que, al contrario que sucede en el lateral derecho, el izquierdo era la posición más concurrida tras la incorporación de Diego Aguirre. El ex del Numancia es un extremo reciclado a carrilero que ofrece la posibilidad de actuar en puestos de ataque, pero también de llegar a ellos desde atrás con regularidad aprovechando la tendencia de Menudo y William a cortar en diagonal hacia portería. La sociedad con el primero ya fructificó en Soria, y en cuanto se abrió el mercado el Deportivo rehízo la experimentada pareja, cuyos mecanismos se adaptan perfectamente a la propuesta de su nuevo entrenador.

Completa las opciones otro jugador bien dotado para el ida y vuelta que ya destacó en el filial y el juvenil. Guille Bueno completó una gran campaña durante la 2020-2021, y ahora no desentona en la pretemporada del primer equipo.

Trigueros, central izquierdo

Menos opción están teniendo los centrales de la base, y el míster dejó claro el pasado jueves que aunque ya cuenta con Lapeña, Trigueros, Jaime y Granero como especialistas, ninguno sobra en el plantel: «En mi mente está poder jugar con tres centrales en alguna ocasión, por lo que tener cuatro es algo que tenemos planificado. En todo caso, si hubiera alguna salida sería partidario de reemplazarla». El final del mensaje abre la puerta a un adiós y afecta al único de los mencionados que ya completó un curso en el club.

 

Granero es el único zurdo del cuarteto, pero entre las incorporaciones figura Pablo Trigueros, quien actuó con frecuencia por la izquierda en la anterior ocasión en que coincidió con Jiménez. Hace cuatro años, en el Rápido de Bouzas, no acusó el emplazamiento al dar salida al balón. Le facilita mucho la tarea el interés del técnico en que el cuero no se entretenga en el carril central. Si había dejado claro que considera un factor secundario la habilidad del portero para el juego con el pie, de momento en las sesiones de trabajo ha enfocado su interés en reducir los toques a la pelota en zonas sensibles durante la transición desde la zaga a la medular.

«Quedan por incorporar dos, tres o cuatro cosas muy importantes, sobre todo en zona de ataque», manifestaba el jueves. La defensa está ya armada, al gusto del entrenador.

David Mella: uno más entre los grandes a los 16

En el recomendable paso a paso que marca el trasiego entre la fase formativa y la profesionalidad hay excepciones que avalan una buena cabeza y un talento superior. Virtudes que adornan al último en incorporarse a las filas de Borja Jiménez en esta pretemporada en la que no hay semanas sin novedad. El alto ritmo en la confección del nuevo plantel no ha cerrado el paso a los canteranos de referencia en el curso recién concluido y entre ellos destaca, no solo por edad, un chaval de Teo que se consolidó prematuramente entre los juveniles campeones de España. David Mella pasó su último año como cadete a las órdenes de Óscar Gilsanz.

Precoz titular en el extremo izquierdo de ese equipo que se ganó una plaza en la historia blanquiazul. Allí llegó Mella a los 15 y allí seguía —superada una lesión de rodilla— cuando, en enero de este año, cumplió 16. Ahora aquello también se le ha quedado pequeño y, como su entrenador, se mudará al Fabril. Antes, este internacional con las inferiores de España habrá acumulado entrenamientos de precampaña en el Deportivo para celebrar su renovación hasta el 2024. Medida urgente para evitar que el desparpajo y velocidad de Mella acaben brillando en otro club.