El central del Castellón queda libre y reforzaría la plaza con menos especialistas en la plantilla
17 jun 2021 . Actualizado a las 14:08 h.Al Castellón le llevó diez años retornar a Segunda y solo unos meses descender de nuevo a la tercera categoría del fútbol español. En ese subir y bajar adquirió un protagonismo importante Adrián Lapeña, enrolado en el proyecto orellut a mitad del curso 2019-2020, importado del KAS Eupen belga. El central se consolidó enseguida en el once de Óscar Cano, y aunque la pandemia redujo su intervención a seis citas, el impacto fue enorme. En la primera de ellas anotó el tanto que permitió a su equipo figurar en lo alto del grupo cuando se dio por concluida la fase regular. Ya metido en eliminatorias, volvió a ver puerta en el cruce inicial para descabalgar a la UD Logroñés y después ayudó a secar al Peña Deportiva en la cita definitiva, cerrada con el 1-0 que colocó a los del Nuevo Castalia en la división en la que pretende concluir el Deportivo la campaña que está por empezar.
Esto podría sumar otro ascenso a la hoja de servicios de Lapeña si la negociación por contar con el zaguero cae del lado blanquiazul. Sus agentes no solo manejan una oferta de renovación por el futbolista, que acaba contrato el 30 de junio, sino que cuentan además con propuestas de otros conjuntos que figuran entre los favoritos de la Primera Federación, como el Albacete o el Racing de Santander.
El central diestro, de 25 años, firmó un buen inicio en el curso recién concluido para ir perdiendo protagonismo y recuperarlo en el último tramo de campeonato, aunque fuera de la ubicación en la que mejor rinde. Fue titular en los quince primeros encuentros y en otros doce a partir de la jornada 28, cuando las bajas propiciaron su retorno para actuar como lateral derecho. Sumó además otro par de goles (ambos, en saques de esquina) y dejó buenas sensaciones dentro de un conjunto que pecó de fragilidad. Aunque aún tiene margen de mejora en cuanto a rigor táctico, no va mal frente a envíos aéreos y tiene virtudes muy aprovechables dentro del modelo de juego por el que apostará Borja Jiménez.
El entrenador abulense dejó claro en su presentación ante los medios que pretende armar un conjunto que domine los partidos y a partir de ahí dio una pista sobre lo que espera de la unidad de contención, señalando que quien ocupe la portería intervendrá poco y deberá cubrir muchos metros detrás de la zaga. En esta idea de presión alta se desenvuelve mejor Lapeña, muy útil además en la salida de balón.
El nuevo técnico pretende avanzar en la confección del plantel antes del arranque de la fase preparatoria y si la campaña empezase hoy solo hay una plaza en la que el Dépor no contaría con suficientes especialistas en nómina para armar un once. Tras las salidas de Mujaid y Derick, para el eje de la defensa solo queda Borja Granero, a quien se podrían sumar por su polivalencia Álex Bergantiños y Eneko Bóveda. En el club se pretende contar con otras dos piezas de garantías para la posición.
El futbolista nacido en Logroño tiene además a su favor un valor al alza en el actual proyecto: más de cien partidos de experiencia en Segunda B, fruto de su paso por el Castellón y sus cuatro campañas en el filial de la Real Sociedad. Pertenece a la hornada donostiarra de los Odriozola, Bautista, Merquelanz, Guridi, Sangalli, Gorosabel... Con los que actuó como titular fijo en la Youth League. Son varios los interesados y la puja está abierta con el mercado todavía desperezándose, pero el Dépor tiene atractivo y la enorme necesidad de un central.