El Deportivo depende de sí mismo contra un Langreo sin objetivos y en un estadio con 5.000 aficionados, el mayor aforo desde el inicio de la pandemia
02 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Al Deportivo le salen las cuentas para zanjar la temporada una jornada antes del final. Con la herida abierta de no haber podido optar al ascenso, el equipo coruñés juega a favor de corriente para asegurarse de forma matemática la clasificación entre los dos primeros del grupo de promoción y sellar así su continuidad en la nueva Primera Federación, a un solo paso de volver a abordar la temporada que viene el salto a Segunda División. Si gana, todo habrá concluido, el deportivismo respirará aliviado y el club comenzará a planificar la próxima temporada con Rubén de la Barrera como deseada primera piedra del nuevo proyecto.
Los blanquiazules están a solo tres puntos más de su mínima expectativa en una temporada oscura y triste, cuya tortura debe convertirse en aviso para no volver a tropezar. Después de cinco triunfos seguidos en Riazor, el sexto hoy contra el Langreo les permitiría aliviar el sufrimiento de una hinchada que en el último partido del curso poblará Riazor como nunca durante los últimos catorce meses. Desde el 1 de marzo del 2020, cuando casi 26.000 espectadores presenciaron en las gradas aquel derbi contra el Lugo, el estadio no ha vuelto a abrir todas su puertas como lo hace este domingo para dar entrada al máximo de 5.000 aficionados autorizados.
Con el apoyo de la hinchada que nunca se rinde, y pendiente tan solo de su rendimiento para dibujar el futuro que le espera, el Deportivo se enfrenta a un Langreo sin expectativas clasificatorias y que se convierte en el rival más oportuno para conquistar el triunfo deseado. El cuadro asturiano se destacó como el único capaz de doblegarle en esta segunda fase y hasta, así lo reconoció Miku en una entrevista a La Voz, dejarle con cara de tonto. Ahora los coruñeses buscan cobrarse cumplida revancha y, de paso, pescar una victoria que en nada se parecerá a las demás. Está en juego la honra profesional. Es la hora de que un equipo en deuda consigo mismo alumbre el triunfo más imprescindible de la temporada. Hoy se terminan las excusas, porque todo juega a favor del Deportivo.
El club llama a acudir al campo con antelación para evitar aglomeraciones
Riazor va a presentar la mejor entrada desde el inicio de la pandemia, con 5.000 espectadores en las gradas. Ni la pasada temporada, cuando desde marzo se jugaron todos los partidos a puerta cerrada, ni en este curso, en el que solo en la primera jornada se había alcanzado un aforo de 3.000 aficionados, el Deportivo había disfrutado de un apoyo tan importante de su afición.
Por este motivo, el club ha llamado a respetar escrupulosamente estas indicaciones: acceder al estadio con antelación (las puertas se abren a las seis); evitar colas y aglomeraciones dentro y fuera del estadio, antes y después del partido; acceder por la puerta asignada en la entrada; mantener la distancia de al menos 1,5 metros; permanecer sentado en el asiento asignado; acudir a los servicios de forma escalonada; y atender a las instrucciones de la megafonía y el personal del Deportivo. Además, el club recuerda que se pueden llevar bebidas (sin tapón y sin alcohol) y bajar la mascarilla exclusivamente para beber, pues el resto del tiempo hay que llevarla correctamente puesta.