El equipo coruñés falló sus claras ocasiones y sufrió los rigores del césped artificial para encajar su primera derrota de la segunda fase

Pedro Barreiros
Redactor

Tras cuatro victorias consecutivas, el Deportivo se volvió de Langreo con una derrota dolorosa (1-0). Otra vez se le atragantó el césped artificial y un adversario que no regaló ni los buenos días. Los coruñeses, a los que no bastó su mejoría tras el descanso para sumar siquiera un empate, desperdiciaron la oportunidad de prácticamente sentenciar esta segunda fase. Ahora siguen como líderes, pero acogotados por el Numancia (próximo rival en Riazor) a un punto, y con el Racing, tercero y en posiciones de caída a Segunda Federación, a solo dos.

La primera parte transcurrió entre bostezos e imprecisiones. El balón apenas visitó las áreas e, imposible de controlar, el juego se enredó en una lucha de botes y errores en el mediocampo que convirtió los 45 minutos en un combate cuerpo a cuerpo más que en un partido de fútbol. Esta vez el Dépor no rehuyó la lucha. Se vistió el mono de trabajo y bregó. Incluso pudo volver a los vestuarios por delante en el marcador.

A los doce minutos, una jugada de Keko por la derecha acabó en un pase atrás del madrileño que Villares, con todo a favor, remató tan alto que se marchó fuera de los límites del estadio. Era una ocasión clarísima, pero el exfabrilista, omnipresente en el juego blanquiazul, no supo transformarla en su estreno goleador con el primer equipo. El Langreo respondió de inmediato. Ketu corrió a la contra, pero Granero cortó el inteligente pase que dejaba a Allyson con el camino despejado hacia la portería de Lucho García.

El meta colombiano se quedó a punto de meterse en un lío a la media hora. Erró en el despeje de un centro de Allyson y dejó el balón muerto a los pies de David, pero, felino, supo rectificar y lanzarse a los pies del atacante local para desbaratar el peligro. El Dépor retomó el aliento en la segunda parte y salió entonado. Tanto, que por fin daba más tres pases seguidos.

La mejor ocasión blanquiazul llegó en un contragolpe. Miku se deshizo en una baldosa de Gonzalo, pero, solo ante Adrián Torre en el punto de penalti, remató fuera. Sin tiempo para lamentarse, en otro ataque coruñés, de nuevo el venezolano se sacó un centro que impactó en una mano del defensor que corría junto a él en el área. Tan claro era el lance, que el jugador local se quedó lamentándose del golpe, pero el árbitro no quiso saber nada, pese a las protestas de los deportivistas que reclamaban el penalti.

El partido ya hablaba en clave blanquiazul, con los coruñeses como dueños y señores de la posesión, pero justo entonces el Langreo inauguró el marcador. En un centro desde la izquierda del ataque asturiano, Adrián Llano ganó en el salto a Granero para peinar hacia el segundo palo, donde apareció David para servírsela de nuevo a Álvaro Muñiz, quien solo tuvo que empujar a placer el 1-0.

A la desesperada, Rubén de la Barrera transformó el trivote del mediocampo para asediar la portería local en los últimos minutos. Beauvue se sacó un disparo desde treinta metros que Adrián Torre detuvo sin problema, aunque, acto seguido, Ketu estuvo a punto de sentenciar. Y Lara, el autor del gol de la pasada semana al Marino, también lo intentó a la media vuelta. Pero el tropezón ya se había consumado.

Ficha técnica:

Langreo: Adrián Torre, Miguel Santos, Puras, Alain, Gonzalo, Álvaro Muñiz (Álvaro Gómez, min 88) Jorge Hernández (Adrián Llano, min 74), Jordi Marenyà, David, Ketu (Cristian, min 88) y Allyson.

 Deportivo: Lucho García, Eneko Bóveda (Lara, min 80), Mujaid, Borja Granero, Héctor Hernández, Álex Bergantiños (Borges, min 80), Uche Agbo (Claudio Beauvue, min 80), Diego Villares, Keko Gontán, Miku y Rayco (Raí, min 58).

 Gol:  1-0, min 78: Álvaro Muñiz.

Árbitro: Alberto Fuente Martín (Comité cántabro). Mostró tarjetas amarillas a los deportivistas Rayco (min 36) y Álex Bergantiños (min 58).