Pánico a quedarse fuera

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

05 abr 2021 . Actualizado a las 10:18 h.

El planteamiento del Marino en Riazor es la mejor demostración de que el Deportivo ha vuelto a ganarse el respeto de sus rivales. Manel planteó un partido con muchos futbolistas por detrás del balón y marcas pegajosas, con el único objetivo de no permitir la rápida circulación del esférico exhibida por los blanquiazules las últimas semanas.

El partido del Dépor no fue vistoso. Ni mucho menos. Incluso no fue tácticamente brillante. Pero los jugadores coruñeses lo resolvieron sin pasar más apuros que los que cualquier encuentro te puede generar. La solvencia atrás de Mujaid y Bergantiños, y el omnipresente Villares, junto a una buena aparición de Lara y la ingenuidad de Morilla llegaron para sumar tres puntos. Puede parecer poco, pero no lo es.

Después de ver cómo poco a poco los rivales le perdían el respeto, hasta vacilarlo en Riazor, los últimos partidos han vuelto a hacer a este Dépor temido. Eso generará que los contrarios vayan a apostar más por esperarlo que por ir a por él. Y ahí es donde tiene que mantener la paciencia para no verse sorprendido atrás.

En esta segunda fase de solo seis partidos (quedan cinco tras esta jornada) pocos equipos van a atreverse a arriesgar. Probablemente, solo los que se encuentren desahuciados. Y, en esta situación, la escuadra que prepara Rubén de la Barrera tendrá que hacer valer la ventaja de cuatro puntos que lleva.

Además, el equipo corría el riesgo de que, tras haber iniciado la temporada como favorito al ascenso, esta segunda fase le supiera a poco a sus jugadores y no consiguieran motivarse lo suficiente. La falta de fluidez demostrada contra el Marino no parece que fuera por este motivo, sino por las circunstancias del juego. No obstante, De la Barrera tendrá que tener mucho cuidado de que esto no suceda. Ejemplos como el del Hércules, otro de los grandes favoritos, que tras una nueva derrota (la cuarta consecutiva) se está quedando descolgado, deben de servir para no caer en el mismo error.

Esta segunda fase no ha hecho más que empezar, pero pronto estará a punto de acabar. En juego están mucho más que 15 puntos. El Deportivo se juega comenzar su reconstrucción desde una u otra planta. Un año de diferencia que no hay por qué regalar.