Los exdeportivistas Walter Pandiani y Carlos Brizzola reflexionan acerca de la importancia del liderazgo en un equipo de fútbol
25 feb 2021 . Actualizado a las 12:41 h.Los nombres de la plantilla del Deportivo no pueden quedarse en el papel. En la crítica situación en que el club coruñés se encuentra, mientras ocupa el puesto clasificatorio más bajo de su centenaria historia, el deportivismo reclama a sus futbolistas que lo despierte de esta temporada de pesadilla. Muchos son jugadores de dorada trayectoria en la élite. Todos están llamados a dar el primer paso para arreglar en las tres últimas jornadas una tesitura que reclama cualidades como la valentía, el protagonismo o la responsabilidad hasta ahora apenas atisbadas. Exdeportivistas como Carlos Brizzola o Walter Pandiani reflexionan acerca de lo que significa el liderazgo en un equipo de fútbol.
PANDIANI
«Un jugador líder se convierte en un referente y un ejemplo para el resto»
«Es obligatorio tener líderes en un vestuario y un equipo», afirma rotundo Rifle Pandiani, delantero del Dépor campeón de Copa en el 2002 y de dos Supercopas, así como protagonista de inolvidables remontadas en la Champions. El exfutbolista, actual entrenador del Dibba Al-Hisn, de Emiratos Árabes Unidos, señala que la labor de un líder va mucho allá de trasladar lo que el entrenador dice. «Es el que cuando te hacen un gol anima para que el equipo no se venga abajo. O el que entra al vestuario cabreado y da una voz. O el que aprieta a la gente en el día a día. Es un referente y un ejemplo para los demás, para que cuando necesiten un lugar donde mirar se vean reflejados en él», explica.
El uruguayo, que protagonizó una larga carrera en su país, España, Inglaterra y colgó las botas en Suiza, insiste en que el liderazgo es innato, no se aprende. «Cualquier entrenador necesita a un jugador de estas características. No es su chivato, es el que traslada su filosofía, el que aprieta y hace entrenar al equipo siendo él el mejor. Porque si no eres ejemplo, no puedes abrir la boca», avisa.
En este sentido, se reconoce como uno de los líderes de aquel Dépor —«aunque era joven, yo tenía mi lugar para aportar mi granito de arena», explica— y afirma que en su carrera ejerció este rol en varios vestuarios. «Me fui a Suiza por eso, para ser referente de jugadores jóvenes y que dijeran: ‘Si con su edad este entrena así, ¿qué tendremos que hacer nosotros?»
BRIZZOLA
«El entrenador puede trabajar muchos aspectos, pero ni su voz ni su ímpetu llegan a todos los oídos»
El exdeportivista Carlos Brizzola pone el acento en la labor que un líder debe desarrollar en el terreno de juego. «En el vestuario, el entrenamiento o el descanso, una palabra de gente con peso siempre está muy bien y lleva al grupo, pero su ascendencia sobre todo en el terreno de juego es clave, y también para ayudar en facetas psicológicas al entrenador», señala, antes de añadir: «El entrenador puede trabajar la técnica, la táctica o la estrategia, pero ni su voz ni su ímpetu llegan a todos los oídos». Y abunda: «Si el equipo necesita que el balón pase por el centro del campo, lo ideal es que el líder sea un futbolista que aglutinase movimientos de apoyo para pedir, recibir, organizar el juego, desatascar una jugada, activar a los mediapuntas, los puntas, o los jugadores de bandas,... Pero aquí no hay nadie que pida el balón y quiera ser capitán con mando en plaza».
Así, al entrenador que fue, entre otros, del Bergantiños o el Arteixo le llama la atención la ausencia del capitán blanquiazul en este momento del Dépor. «Álex destaca por su pundonor, agresividad, robo y entrega, pero también me pregunto dónde están los otros: los que juegan, los que desbordan y los que meten goles», señala.