Mauro Silva lamenta no poder sumarse a la gestión del Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

El mito blanquiazul agradece el interés de Abanca por involucrarlo en la nueva etapa del club, pero recuerda su compromiso con la Federación Paulista

09 feb 2021 . Actualizado a las 23:56 h.

Mauro Silva lamenta no poder incorporarse a la gestión de la nueva etapa del Deportivo. El mito del club coruñés, de 53 años, acaba de explicar en un comunicado que «en los últimos días» Abanca —con un 75% del accionariado de la entidad— se puso en contacto con él para saber su «disponibilidad de colaborar en el proceso de reestructuración del club», un cambio que se aceleró el pasado lunes con el relevo en el consejo de administración. No trascendió el papel concreto que desempeñaría el exfutbolista brasileño en la reorganización del Deportivo, bien dentro del consejo de administración, bien dentro de su organigrama. Pero ejercería un rol clave.

Mauro Silva, que 16 años después de dejar de vestir la camiseta blanquiazul conserva intacto su prestigio y cariño entre el deportivismo, agradece el ofrecimiento por parte de Abanca, y explica que su compromiso como «vicepresidente electo en la Federación Paulista de Fútbol y (...) vivir en Sâo Paulo (Brasil)» le impiden «participar en la gestión del Deportivo».

Su renuncia a formar parte de la cúpula de la nueva estructura del Deportivo no impide que Mauro Silva se brinde a colaborar «desde la distancia en lo que sea posible y beneficioso para el club» por el que siente «pasión y una inmensa gratitud». Y finaliza el comunicado publicado en las redes sociales deseando una rápida mejoría al equipo que marcó su carrera, y en el que fue pieza clave en la conquista de la Liga del 2000, las Copas del Rey de 1995 y el 2002, así como las tres Supercopas (1995, 2000 y 2002): «¡Seguiré animando al club para que consiga pronto el éxito y la recuperación!».

Texto íntegro del comunicado de Mauro Silva publicado en su cuenta de Instagram

«Queridos seguidores del Deportivo: Todos conocéis bien mi amor, cariño y gratitud por lo mucho que el Deportivo y esta ciudad me han proporcionado. Trece años de mi vida los dediqué íntegramente al club. En los últimos días, el accionista mayoritario del Deportivo ha mantenido conversaciones conmigo para conocer mi disponibilidad de colaborar en el proceso de reestructuración del club. Por ocupar el puesto de vicepresidente electo en la Federación Paulista de Fútbol y por vivir en Sâo Paulo (Brasil), no estoy en condiciones de participar en la gestión del Deportivo. En cualquier caso, me he puesto a su disposición para ayudar desde la distancia en lo que sea posible y beneficioso para el club por el que siento pasión y una inmensa gratitud. ¡Seguiré animando al club para que consiga pronto el éxito y la recuperación!».

Abanca quiso contar con el exfutbolista brasileño, uno de los grandes símbolos de la historia blanquiazul, para incorporarlo con un papel de relevancia en el proceso de profesionalización de la estructura de la entidad. La operación formaba parte del impulso que el banco quiere dar al centenario conjunto coruñés tras ejecutar el relevo en el consejo de administración, que abandonó el equipo de Fernando Vidal y preside Antonio Couceiro desde el pasado lunes.

Mauro Silva ya había desestimado en mayo del 2019 una propuesta de un grupo de empresarios coruñeses para convertirse en presidente tras la dimisión de Tino Fernández como máximo dirigente del Deportivo. Entonces, después de varias conversaciones que desembocaron en una reunión final en Brasil, agradeció el gesto pero declinó la propuesta debido a sus compromisos en su país, donde goza de un enorme prestigio por su trayectoria deportiva y su sólida carrera tanto en el mundo empresarial como directivo. De una forma similar a como sucedió ahora a raíz del interés de Abanca en incorporarlo a la nueva etapa.

Vicepresidente de la Federación Paulista, Mauro Silva, de 53 años, reúne un perfil que goza de reconocimiento en todas las esferas del fútbol, desde el deportivismo, hasta los dirigentes de las principales instituciones. Campeón del Mundo con la selección de Brasil en 1994 en Estados Unidos, ganó seis títulos con la camiseta blanquiazul y en A Coruña nació uno de sus hijos. Tras su retirada, entre otros múltiples reconocimientos, A Coruña le dedicó una calle, que inauguró en el 2018 en el barrio de Labañou, cerca del estadio de Riazor, donde labró su leyenda.

El intento frustrado del regreso de Mauro Silva al club generó en mayo del 2019 una ola de ilusión en el deportivismo. El propio símbolo del club explicó entonces en una entrevista con La Voz que los contactos para su incorporación a la cúpula del club habían comenzado cuatro años antes, pero que los compromisos adquiridos en Brasil le obligaban a rechazar la propuesta «entre lágrimas». «El Dépor es mi vida, pero tengo un compromiso que no puedo romper», explicó apelando a sus valores de lealtad.

Mauro se había comprometido hasta el 2022 con la Federación Paulista —como mano derecha del presidente, Reinaldo Carneiro Bastos—, con el reto de transformar el fútbol en ese estado, desde la base hasta las categorías profesionales.

Tras la renuncia de Mauro Silva a liderar un nuevo proyecto en el Deportivo, el exfabrilista Paco Zas se convirtió en presidente en mayo del 2019, cargo en el que permaneció apenas siete meses. Le relevó de forma interina el abogado Toño Armenteros, para dejar paso en enero del 2020 al empresario Fernando Vidal.

El pasado lunes, Vidal y seis de sus consejeros presentaron su renuncia ante el deseo de Abanca de dar un nuevo rumbo al club. El relevo en el máximo órgano rector del Deportivo se realizó por cooptación —con sustituciones de forma provisional que validará la junta de accionistas prevista para el próximo mes de marzo—. En la cúpula tan solo continuó David Villasuso, quien compatibilizó en los últimos meses su cargo de director general con el de consejero.

En el relevo, Antonio Couceiro, exconselleiro de Industria y en la actualidad máximo dirigente de la Cámara de Comercio de A Coruña, se convirtió en presidente del Deportivo, en un consejo que, además de Villasuso, integran Carlos Cantó, Emma Lustres y Eduardo Blanco. Este equipo directivo abordará la «profesionalización» que el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, anunció a principios del 2020 como sello de la reestructuración cuando anunció su deseo de capitalizar 30 millones de euros de la deuda del equipo con la entidad. Una decisión que permitió la supervivencia del club pese al descenso el pasado verano a la tercera categoría del fútbol español. El club todavía arrastra una deuda de unos 55 millones de euros, con un presupuesto previsto de unos 13 y que terminará este ejercicio en curso en Segunda B con un déficit que se estima que rondará los seis.