Recuperar la confianza perdida por el deportivismo

TORRE DE MARATHÓN

ANA GARCIA

08 feb 2021 . Actualizado a las 20:10 h.

Demasiadas derrotas, demasiados bandazos, demasiada mediocridad, demasiados errores, demasiadas palabras vacías... El deportivismo, que luce como una de las grandes aficiones de Europa, incansable ahora en Segunda B sin poder siquiera poder entrar al estadio, está muy harto. Así que ahora solo espera que el nuevo equipo de gobierno del club le devuelva una confianza que en este momento no tiene. Con el equipo en riesgo de caer a la cuarta categoría del fútbol español —y hasta a la quinta— no basta con expectativas, se necesitan aciertos. Y los nuevos nombramientos, que en un principio no han sido comprendidos en la calle, deben ganarse su crédito. Sorprendió que, pese a la regeneración, continúe un miembro del equipo anterior.

Fernando Vidal se marcha con un mérito, el de haber conseguido involucrar a Abanca en la capitalización de gran parte de la monstruosa deuda que ponía en peligro la supervivencia del club, y varios errores —porque solo así se sitúa al Deportivo en una situación tan penosa—. Como consecuencia de ese acierto estratégico de buscar un socio financiero comprometido con el club, una entidad profesionalizada como Abanca, con toda su lógica empresarial, pretende ahora corregir el rumbo del equipo y plasmar su propia ruta. Con tantas decepciones detrás, el deportivismo espera algo de luz, pero le cuesta ilusionarse por ahora.