El director deportivo de Unionistas explica la confección del equipo: «Fue ingeniería económica»

TORRE DE MARATHÓN

ANGEL GARCIA

Diego Hernansanz reconoce que tuvo que hace algún fichaje «con la calculadora en la mano»

30 ene 2021 . Actualizado a las 22:16 h.

Cuenta Diego Hernansanz que lo primero que hizo tras asumir el cargo de director deportivo de Unionistas fue coger papel y boli. «Escribí lo que consideraba que nos podía colocar entre los tres primeros en la jornada 18: físicamente el equipo debe estar como un tiro, el balón parado debía dar cinco o seis puntos, no se podían cometer errores groseros en defensa que costaran puntos, porque a 38 jornadas lo puedes subsanar; a 18, no», detalla por teléfono.

Elaborado el guion, empezó por hacer limpieza. «El club había reducido su presupuesto, tenía 350.000 euros para plantilla y los contratos en vigor que me encuentro sumaban 170.000 euros. Se quedaron cinco de los que tenían contrato, y de entre los que no lo tenían hice dos ofertas de renovación, pero ninguno aceptó. La baja más complicada fue la de Piojo, sería como si al llegar al Dépor la primera decisión que tomase fuera la de poner a Bergantiños fuera. Pero estaba muy convencido», asegura Hernansanz.

De ahí a la construcción: «Hicimos dieciséis fichajes. Una plantilla nueva. Fue ingeniería económica a la enésima potencia. Tuve que hacer algún fichaje con la calculadora en la mano; aún ahora estamos para fichar un mediocentro y para traerlo han tenido que salir tres jugadores».

«Aquí no hay capital privado. De Abanca no tenemos ni la A. Aquí se pone a llover, sacas el cubo y lo que te quede ahí es lo que te puedes beber. Si te has quedado con sed, te aguantas», expone el director deportivo, que antes de salir al mercado trazó un perfil: «En su momento, con el presupuesto que yo tengo, pienso que lo mejor es hacer una plantilla joven, con hambre, con muchas piernas para que el equipo vaya con un plus físico más desde el primer día, junto al gran trabajo de los preparadores. Evito jugadores veteranos, de más de treinta años. Pierdo en experiencia, pero prefiero el hambre de gente que aún no ha hecho nada en el fútbol».

Pone Hernansanz un ejemplo dentro de su plantel: «Antonio Marín fue campeón de Europa sub-19 con Ceballos, Asensio... Debutó en Primera con el Almería, se fue al Granada y luego se la jugó en Segunda y no le salió nada. Empezó la temporada pasada sin equipo y jugó lo poco que hubo de segunda vuelta en el Ejea. Ese es el perfil: un jugador de 24 años que ha estado arriba y abajo. Le hace falta confianza, repercusión y hacerlo bien. Las dos primeras cosas se las puede dar Unionistas». Y es que considera que el club charro es «el que más repercusión tiene después de los históricos de la categoría, eso puedo ofrecer». «Al Deportivo van por buenos contratos, que es lícito, pero aquí por dinero no va a venir nadie», razona.

A todos los convencidos se les ofreció un año, salvo al centrocampista Lamadrid. «La intención era no hipotecar al club con contratos largos», desgrana el encargado de reclutar. Le quedó un grupo prometedor: «Tenemos pocos jugadores que sepan lo que es un playoff o un ascenso. Quitando los filiales somos el equipo más joven».

¿Y para formarlos?. «Terminaba Luaces, que lo había hecho muy bien; pero yo quería una idea diferente. En la ecuación que hago al llegar me sale que el entrenador que me lo puede aportar todo es Hernán Pérez». Y con él llega Unionistas a Riazor.