Cuatro brochazos y otro borrón del Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

Lara trata de escaparse de un rival
Lara trata de escaparse de un rival MORGAN

El nuevo equipo de Rubén de la Barrera apenas arregló en la práctica las pobres sensaciones que arrastra

17 ene 2021 . Actualizado a las 20:42 h.

Si hacía falta transmitir ilusión y progreso, el partido de Salamanca se quedó en un vistoso eslogan de diez minutos. Apenas fue la música de arranque de otro domingo en Invernalia, el territorio frío e inhóspito en el que este Dépor lleva jugando toda la temporada. Los cambios que se aventuraban de la mano de Rubén de la Barrera se quedaron en apenas unos retoques más estéticos que efectivos y otro partido desdibujado para seguir esperando la ansiada revolución.

SISTEMA

Del 1-4-3-3 inicial al 1-4-1-4-1 con que acabó

El Deportivo saltó al campo situado en un 1-4-3-3 y con afán dominante. Desde el mediocentro, Borges y Gandoy actuaron como interiores, pero su radio de acción apenas alcanzó el área rival. Lara cambió su habitual posición en la zurda para jugar como extremo derecho casi todo el partido, mientras Galán actuó por la izquierda. La movilidad de Adri Castro, que cayó con frecuencia a presionar la salida de los laterales locales, nunca fue aprovechada por los interiores para entrar desde segunda línea. Los cambios tras el descanso llevaron al Dépor a jugar con tres centrales, aunque Derik se situó como lateral derecho. El 1-4-1-4-1 final adelantó a Valín al mediocampo, mientras Lara cambiaba de banda y Rui Costa se convertía en el delantero centro.

ALINEACIÓN

La sorpresa de Adri Castro y los cambios conocidos

Aquella proclama de De la Barrera en la que llamaba a no distinguir entre los jugadores del primer equipo y los que subían desde el Fabril se plasmó en la titularidad de Adri Castro. El delantero enlazó su segundo partido de titular, después de que en las ocho primeras jornadas de Segunda B no hubiese disputado ni un solo minuto. Pero la nueva postura con la cantera se quedó ahí. Los tres cambios del Dépor estuvieron cortados por el patrón de toda la temporada: confianza máxima en el primer equipo, mínima presencia del filial. Ninguno de los cinco fabrilistas suplentes entraron al partido.

ESTILO

Solo diez minutos de presión adelantada

La anunciada valentía y el afán de ataque del Deportivo de jugar en campo contrario apenas duró diez minutos. Cuando Adri Castro se adelantó al meta local en un centro al área, el Dépor ya comenzaba a desandar el camino hacia su propia frontal, donde acabó jugando la primera parte y toda la segunda. Las combinaciones inocuas entre Mujaid y Granero se convirtieron de nuevo en el pase más repetido entre los deportivistas, con Borges y Gandoy muy alejados de la zona de influencia del balón.

DEFENSA

La superioridad del dúo de centrales y problemas en los laterales

Mujaid, este especialmente, y Granero volvieron a convertirse en los pilares del punto sumado por el Deportivo. Sin embargo, el Dépor sufrió en defensa por los costados, donde Salva Ruiz y Galán mantuvieron un entretenido duelo con Javi Navas y Arroyo, mientras Valín se las vio, a menudo en solitario, con el dúo Candelas-Ernest.

ATAQUE

La ausencia de una verdadera referencia

El pésimo estado del terreno de juego, con un área completamente nevada y muchas zonas heladas, daba pie a que el Deportivo optase por un fútbol más directo que nunca supo explotar. Quizá ninguno de los futbolistas de ataque que saltaron al campo dispone de la envergadura ni cualidades para ganar duelos aéreos. Pero tampoco Borges se asomó al área rival, y el espigado Boedo se quedó en el banquillo.