Vázquez dice que «ocurrieron cosas supergraves» en el Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

BASILIO BELLO

«El mayor obstáculo que encontré no vino del exterior, sino de dentro», acusó el entrenador sin concretar a quién se refería en su despedida del club

15 ene 2021 . Actualizado a las 20:16 h.

Fernando Vázquez reclamó unión en la despedida de su segunda etapa como entrenador del Deportivo, pero ni las contradicciones en que incurrió durante su larga comparecencia, ni sus vagas acusaciones van a ayudar en la tarea. «El mayor obstáculo que encontré desde los últimos momentos de la pasada temporada hasta esta no vino del exterior, sino dentro de mi propio club. Ocurrieron cosas que me parecen supergraves, cosas que sabe el club y la propiedad. Y solo espero, por el bien del Deportivo, que el presidente y Abanca tengan la valentía de tomar las decisiones adecuadas, y esa unidad vuelva y nos permita llegar a los objetivos que todos aspiramos», afirmó.

Según afirmó, las últimas derrotas contra el Celta B y el Zamora sirvieron de pretexto para su destitución. «La desconfianza era anterior. Si hubiera confianza, no habría motivos. La situación viene arrastrada y estas dos derrotas fueron una excusa», añadió, cuatro días después del adiós y cuando apenas quedaban 48 horas para que el Dépor abra la segunda vuelta del campeonato. «¿Está pidiendo que tomen decisiones con Richard Barral?», le preguntaron. «No, tenemos buena relación y no tengo capacidad para pedir nada. Hizo un buen trabajo deportivo y lo he dicho públicamente», insistió el exentrenador blanquiazul, que defendió el trabajo diario en la ciudad deportiva. «Solo encontré ayuda y colaboración en mi entorno y mis futbolistas. Adoro a la gente de Abegondo y todos los que están allí. A Valerón, a Manuel Pablo, a Fran,...», aseguró, antes de que señalase que este despido no romperá su relación con el presidente. «Yo distingo entre relaciones personales y profesionales. Podemos ser amigos y discrepar en una decisión. Tengo mi opinión y Fernando Vidal tiene las suyas en el entorno en que dirige. No piensa igual que yo, pero no tengo por qué romper nuestra relación», dijo.

En este sentido, rechazó que se esté refiriendo a algún tipo de traición hacia él. «No hablo de traición, hablo de actitudes incompresibles. Es difícil trabajar cuando notas que estás en terreno movedizo o de desconfianza. Mucho de mi estado emocional se debe a que la confianza en el entrenador no era excesiva. Si no confían, tú tampoco puedes ser un río de alegría. Pero eso no se puede confundir con mi pasión por mi trabajo», advirtió.

El técnico hizo autocrítica con sus expulsiones, pero pasó de puntillas por el mal juego

En su cita ante la prensa, a la que inicialmente había convocado en una céntrica cafetería, pero finalmente atendió de forma telemática, Vázquez enjuició sus decisiones durante el último año y afirmó: «Si algo me corroe interiormente y que sí fallé, fueron las expulsiones que sufrí la temporada pasada. Me impidieron estar cerca del equipo en momentos importantes. Seguro que ahora estaría mucho más tranquilo con esos partidos, si hubiera tenido la posibilidad de estar en el terreno de juego». No obstante, rechazó las críticas al mal juego del Dépor y hasta los comentarios acerca de una supuesta falta de ilusión o de trabajo por su parte. «Reconozco que tuve un momento de debilidad, pero estaba como un cañón en estos momentos. Claro que me costaba aceptar que el Deportivo estaba en Segunda B. Pero eso nos está costando a mucha gente. Mi ilusión era ascender al Dépor», dijo, antes de manifestarse seguro de que el equipo va a clasificarse para las eliminatorias de ascenso a Segunda. «Me juego mi finiquito», llegó a afirmar convencido y, aunque señaló que bajo su mando, el Deportivo estaba cumpliendo su objetivo, lo cierto es que en el cómputo global de los dos subgrupos lo ha dejado cuarto clasificado y, por tanto, fuera de las plazas de acceso a los octavos de final.

Fernando Vázquez elogió a David Sánchez, su segundo: «El Deportivo no sabe lo que se pierde. Es un talento puro. Lo podría recomendar, y así lo haré, para los mejores clubes y técnicos. Fue para mí una bendición», explicó, y así se refirió a su sucesor, Rubén de la Barrera. «Mucha suerte para el nuevo entrenador. Es un chico joven y preparado, y deseo que tenga los mayores éxitos. Ojalá aquello que yo no pude vivir lo pueda disfrutar a través de la televisión con él».

¿A quién dispara Fernando Vázquez en sus críticas?

El ya exentrenador del Deportivo defendió a Fernando Vidal, a su plantilla y al personal de Abegondo, y evitó explicitar su mala sintonía con Richard Barral, al que incluso elogió en su incendiaria despedida

La Voz

¿A quién disparaba Fernando Vázquez cuando lanzó las gravísimas acusaciones de su despedida del Deportivo? Solo él lo sabe. A priori, parece que podría referirse al director deportivo del club coruñés, pero evitó criticarlo en una larga comparecencia en la que, además, llegó a elogiarlo. 

Vázquez y Barral tienen visiones diferentes sobre el fútbol. Si el primero ha construido los éxitos del Deportivo desde la defensa, el segundo es un claro enamorado del fútbol de ataque. ¿Con qué crítica se arrancó Vázquez? Nada dijo en un primer momento sobre quién o quieres habrían torpedeado su trabajo desde dentro del club coruñés. «Es triste decirlo, pero lo tengo que hacer. Quizá el mayor obstáculo que encontré desde últimos momentos de la pasada temporada hasta esta no vino del exterior, sino dentro de mi propio club. Es normal lo que digo porque cuando hay un cese es porque hay dificultades entre entrenador y el club. Ocurrieron cosas que me parecen supergraves, cosas que sabe el club y la propiedad. Y solo espero que por el bien del Deportivo el presidente y Abanca tengan la valentía de tomar las decisiones adecuadas y esa unidad vuelva y nos permita llegar a los objetivos que todos aspiramos». 

Ante la sopresa por sus acusaciones, los periodistas le preguntaron a quién se dirigía, pero evitó dar detalles. «No puedo detallar ni poner nombres y apellidos. Los responsables saben esto y solo deseo que se pueda resolver. Quiero transmitir a la afición de que no duden de que a octavos estoy plenamente convencido. Le agradezco al club que me ofreció las instalaciones y entiendo que no era adecuado. Lo digo para que el Deportivo sea capaz de resolver aquello que tiene pendiente de resolver», respondió cambiando de tema. A continuación llegó una cuestión sobre si directamente se refería a Barral y pedía decisiones en su contra, y contestó: «No, tenemos buena relación y no tengo capacidad para pedir nada. Hizo un buen trabajo deportivo y lo he dicho públicamente. No quiero ir más allá. Quien tiene que saberlo, lo sabe. Sabía que esta rueda iba a ser un momento difícil y complicado. Siempre peleé por la unidad en el Deportivo. Estoy hablando para los aficionados».

También aseguró que no se sentía suficientemente respaldado por parte del club, al tiempo que agradeció el cariño de la plantilla de jugadores, del personal de Abegondo... En un discurso que parecía remitir a Barral. «Es difícil trabajar cuando notas que están en terreno movedizo o de desconfianza. Mucho de mi estado emocional se debe a que la confianza en el entrenador no era excesiva. Si no confían, tú tampoco puedes ser un río de alegría. Es verdad, pero eso no se puede confundir con la pasión por el trabajo», dijo antes de insistir en la mala sintonía con el club, pero considerando al presidente, Fernando Vidal, «un amigo». «Es difícil trabajar cuando notas que están en terreno movedizo o de desconfianza. Mucho de mi estado emocional se debe a que la confianza en el entrenador no era excesiva. Si no confían, tú tampoco puedes ser un río de alegría. Es verdad, pero eso no se puede confundir con la pasión por el trabajo», añadió el entrenador de Castrofeito.
Y ya casi a punto de cerrar su larga comparecencia telemática, añadió sobre Vidal: «Podemos ser amigos y discrepar en una decisión. Tengo mi opinión y Fernando Vidal hace las suyas en el entorno en que dirige. No piensa igual que yo. No tengo por qué romper nuestra relación. Él tendría que analizar otras situaciones como lo hago yo».