Parla, jugador del El Ejido: «Fue muy emocionante. De niño sabía la alineación completa del Dépor y ahora jugué en Riazor»

TORRE DE MARATHÓN

Parla, a la derecha, junto a sus compañeros Toni Arranz y Juanje
Parla, a la derecha, junto a sus compañeros Toni Arranz y Juanje

Su mensaje en Twitter recordando a su padre y mostrando su orgullo por jugar en el campo coruñés impactó en el corazón de los hinchas blanquiazules

22 dic 2020 . Actualizado a las 10:10 h.

Ni el cansancio por las quince horas de autobús, ni la derrota final o los errores arbitrales quitaron al jugador del Ejido Sergio Parla (Getafe, 1992) el orgullo de haber cumplido uno de sus sueños de niño: jugar en Riazor.

—¿Ya desde el momento que tocó el Deportivo estaba emocionado?

—Sí. De los que nos podían tocar a nosotros, de los 102 equipos de Segunda B, el mejor. La Copa sabes que antes o después tienes fecha de caducidad. Y hace tres años me quedé contra el Sant Andreu, que luego le tocó al Atlético de Madrid. Para que me eliminen en Sant Andreu, que me eliminen en Riazor, que duele, porque las dos veces han pasado cosas no normales… Porque tú no piensas que vas a ser tan superior como fuimos a raíz de la expulsión. Una vez que te ves tan cómodo, que haces los goles, que no mereces perder… Pues duele, pero qué le vamos a hacer.

—¿Qué le recordó jugar en Riazor?

—Partidos de otra categoría. Tengo amigos aquí en Madrid que son del Dépor y ya me escribieron el mismo día del sorteo que vaya suerte tenía de poder jugar en Riazor. Sentí emoción más que otra cosa, porque la Copa te permite visitar esos campos. El Dépor está este año en Segunda B, pero no es lo habitual. Por estructura y por todo no es normal que esté en Segunda B.

—Por generación se crio con las grandes gestas del Dépor.

—Sí, igual la gente más joven, como el Dépor ha estado últimamente entre Primera y Segunda, o ahora Segunda B, igual tienen la imagen del Dépor de ser un equipo medio. Pero cuando yo era pequeño veía los partidos del Dépor en la Champions. Para mí el Dépor es top.

—¿Pudo ver a Fran?

—No, igual estaba por allí, pero no le vi. Me hubiera encantado. Terminó el partido y le di la enhorabuena y hablé con Lucho y Derik, que fueron compañeros míos en el pasado [Lucho en el Rayo y Derik en el Madrid], y poco más.

—¿Qué partidos recuerda?

—Muchos que televisaban los domingos por la noche. Me acuerdo de lo que hizo Djalminha, la lambretta aquella, que se la pasó por detrás. Era espectacular. Y de muchos jugadores más: Fran, Víctor, Mauro Silva,… Me acuerdo de Songo’o, que era de los pocos porteros de color que había en la Liga española.

—¿Y con su padre?

—La afición al fútbol me la enseñó de pequeño mi padre. Él era aficionado al Madrid y sabía que para el Madrid visitar Riazor era un día muy complicado de ganar. Por eso… es que no sé cómo la gente puede tener esa visión del Dépor. Yo es que al Dépor le tengo como un equipo grande. El Madrid siempre ha sufrido allí.

—Será increíble para usted que ahora el Dépor esté en Segunda B.

—Por eso, los que están en el primer grupo de Segunda B, que disfruten, porque para los que somos jugadores de Segunda B va a ser muy complicado que volvamos a ese campo.

—¿Qué partido le marcó?

—El 4-0 al Milan. Fue espectacular. También recuerdo a Makkay contra el Bayern y los pases de Valerón. Y también la final de Copa contra el Madrid, el centenariazo.

—Llegó a Riazor y se le vinieron todos los recuerdos a la cabeza.

—Sí, lo tengo grabado como si fuera ahora mismo: entramos por la puerta del córner, traspasamos la zona de protocolo covid y lo primero que vemos, la grada con el 1906 y dices… estadio de Primera División. Ya lo sabíamos, lo habíamos hablado, que es un equipo de Segunda B, que está en nuestra categoría, pero por nombre de jugadores... no.

—En el túnel vio los títulos enumerados en las paredes.

—Según entramos en los vestuarios nos encontramos con Fernando Vázquez, que ni sé los años que lo he visto en la tele. Ves los títulos, los años en que se ganaron… Para los que nos gusta el fútbol fue algo muy fuerte.

—¿Sus compañeros estaban tan emocionados como usted?

—Fue muy emocionante. El otro día en el hotel le dije una alineación completa del Dépor de esa época, porque es lo que te emocionaba de niño y me la sabía. Y ahora se te hace raro, para la gente como nosotros, que está en un fútbol semiprofesional, se te hace raro jugar en Riazor. Para mí fue como ir al Bernabéu a jugar.