El vestuario hace suya la apuesta en defensa de Vázquez

L. Balado

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Los jugadores ven ventajas en la línea de cinco, que podría permanecer en Pasarón

03 dic 2020 . Actualizado a las 19:13 h.

El Deportivo tiende al búnker. No hay diagnóstico claro todavía, pero los síntomas señalan a que el equipo camina hacia una línea de cinco defensas. Al menos, en Pasarón. A las señales ya crónicas que permiten preverlo —el miedo a perder puntos de cara a la siguiente fase o la presión del entorno de no dejar de sumar de cara al ansiado ascenso—, se han sumado esta semana el rival y las ruedas de prensa, que dejan intuir un blindaje ante el ataque más goleador del subgrupo.

Las pruebas del algodón más evidentes son los precedentes más cercanos. Ante el Racing de Ferrol el técnico, tras marcar muy pronto, sacrificó a Beauvue a los 10 minutos de la segunda parte para introducir a Bergantiños. Una semana antes, en Guijuelo, Vázquez no esperó ni al descanso para meter el autobús, cargándose de nuevo al de Guadalupe. El delantero, por cierto, no se fue muy contento.

Vázquez dijo tras el encuentro ante el Racing que volvió a recurrir a la línea de cinco por un pálpito. «Yo observo el fútbol, lo miro, y me muevo por sensaciones. Siempre busco que el equipo tenga la pelota con seguridad», comentaba. El vestuario parece haber comprado las bondades de los tres centrales. Granero y Galán, los dos últimos en pasarse por la sala de prensa de Abegondo han expuesto argumentos tácticos para defender la apuesta por el sistema que provocó las escasas alegrías del Deportivo en la temporada pasada.

Tolerancia cero en ataque

«Al final, cuando se te acercan, te pueden sacar algún centro. Él quería incluso limitar eso. Que no nos metieran ningún balón al área», comentaba el martes el central con respecto al plan ante el Racing. Profundizó en la idea que Vázquez trazó a los jugadores, que no era más que asfixiar cualquier signo vital de fútbol ofensivo en el rival. «Cuando tienes tres centrales, el de fuera puede salir un poco más lejos de tu portería a cortar la progresión. Te permite estar más cómodo a la hora de saltar y que no se acerquen tanto como para robar la pelota en tu línea de tres cuartos».

Borja Galán se sumó ayer al carro. «A la gente más ofensiva, ese cambio, al contrario de lo que podría parecer, nos aporta seguridad defensiva y nos permite soltarnos un poco más sabiendo que tienes gente por detrás que te va a hacer la cobertura», explicaba.

El discurso ha calado y parece más un consenso que una orden, avalado por los jugadores que desfilan ante los micrófonos.

El gol, un camino virgen

Que la defensa de cinco hombres va a ser un recurso habitual del libreto de Fernando Vázquez esta temporada es ya obvio. El técnico, independientemente de la teórica superioridad en la categoría del Deportivo, nunca lo ha descartado y es sabido su pragmática apuesta por el fútbol defensivo si lo considera apropiado. Independientemente de los posibles debates que pueda generar.

La duda es si se tratará de una respuesta circunstancial a las necesidades concretas de cada partido o si pretende crecer en ataque con esa barrera en la retaguardia como apuesta inicial. «Sea con cuatro o con cinco [defensas], nos encontramos cómodos. Tenemos que aprender a jugar de las dos maneras porque va a haber partidos con diferentes situaciones, bien porque ya hayamos obtenido un resultado positivo o porque haya que amarrar un poco más desde el inicio», analizaba Borja Galán.

La clave la dio inmediatamente después: «Tenemos que adaptarnos y saber hacerle daño al rival de las dos maneras». El Deportivo es el que menos goles encaja de entre todos sus rivales, pero no ha logrado todavía ver portería con cinco atrás. Es cierto que la muestra es insuficiente. Apenas 83 minutos se ha visto al Deportivo con la variante de tres centrales. El balance: cero goles encajados y cero anotados.

El Pontevedra, el máximo goleador del subgrupo —solo cuatro equipos de los 102 de la categoría han hecho más goles—, parece el rival más indicado para redoblar la apuesta en defensa. Dependerá, claro, de saber si, tan resguardado, el equipo es capaz de encontrar caminos hacia la meta rival.