El Deportivo se llevó el derbi gracias a un gol en los primeros minutos de su debutante frente a un Racing que nunca se rindió y achuchó hasta el final

Pedro Barreiros
Redactor

El Deportivo se llevó el derbi contra el Racing. Fue otro triunfo que los coruñeses gestaron por la mínima tras un buen arranque de partido y con algún ramalazo de buen juego, pero en el que acabaron pidiendo la hora. Diego Rolan, que disputó sus primeros minutos como blanquiazul, dio los tres puntos a su equipo frente a un rival que hasta el final porfió por llevarse algo positivo de Riazor. El equipo de Vázquez se aúpa así al liderato con dos puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor. Llega el Tourmalet de la temporada y el Dépor pega el estirón frente a sus adversarios.

Un buen cuarto de hora, quizá el mejor de la temporada, bastó al Dépor para tomar ventaja frente a un Racing que nunca se rindió. Por fin pacientes con el balón, y hasta aparentemente más frescos de cuerpo y mente, los coruñeses tocaron y tocaron para elaborar su fútbol hasta encontrar huecos en la nutrida defensa racinguista. Pero la clave de su buen arranque de partido radicó en la presión sobre la defensa visitante. Con Borges como punta de lanza, el equipo blanquiazul recopiló varios robos que le pudieron dar no solo un gol, sino varios.

Uno de los primeros, a los tres minutos, permitió que la primera jugada de Rolan en el área. El gesto del debutante uruguayo, llegado en Primera pero por fin blanquiazul en Segunda B, en el quiebro sobre Quintana valió el precio del paupérrimo fútbol deportivista de las cinco anteriores jornadas. El defensa racinguista paró la pelota el avance con la mano. Penalti claro. El propio delantero transformó de violento disparo y, aunque Diego Rivas adivinó la intención, el balón acabó en la red.

Pese a la buena puesta en escena, el Dépor apenas volvió a dañar a un rival más duro de roer lo que parecía. Situado en un 4-2-3-1 con un extremo, Galán, como mediapunta y dos mediapuntas, Nacho y Rolan, en las bandas, dispuso de más balón que en las anteriores jornadas, pero el Racing, con un 5-3-2, creció con el paso de los minutos. Los movimientos entre líneas de David Rodríguez y Dani Nieto cambiaron el guion, aunque también es cierto que sus único acercamientos llegaron desde el balón parado y esa lucha de torres entre los dos equipos.

Justo en el ecuador del período, Mujaid cometió mano en el despeje de un saque de esquina sobre el área del Dépor, pero Vicente Moral no señaló nada. El error arbitral aún pudo ser mayor, pues al central le valió para armar un peligroso contragolpe local en el que Nacho González falló solo el acrobático remate ante la meta de Diego Rivas. El entretenido primer tiempo se acabó con dos ocasiones, una para cada equipo, David Rodríguez remató tras rechace en un balón parado, pero Abad detuvo segurísimo, al cabo de un bosque de piernas y después de que el balón botase justo delante de él. Y Galán disparó alto ante la portería visitante tras otra larga jugada del Dépor.

El Racing salió mandón tras el descanso, incluso Pumar, que chutó fuera, dispuso de una ocasión tras un error de Mujaid en el despeje y Fernando Vázquez volvió a cocinar la receta de Guijuelo. Es decir, retiró a Claudio Beauvue y dio entrada a Bergantiños, que ya había calentado con intensidad en el descanso, para que este se situase como tercer central de un Deportivo ahora situado en un precavido 5-4-1.

Con los dos equipos muy pendientes de no equivocarse, había ratos en que los visitantes ejercían como dueños y señores del dominio, aunque sus ocasiones solo llegaban desde la estrategia. Así, poco después de la hora, Joselu cabeceó hacia atrás, pero Abad atajó bien situado. Y, casi en la siguiente jugada, los coruñeses, con Agbo omnipresente, se echaban cinco minutos moviendo la pelota y hasta rondando el área racinguista... sin remate. Le faltó entonces acierto en el último pase para finiquitar un derbi que pintaba muy bien, pero finalmente ofreció más emoción que fútbol.