El fabrilista Rayco marca un gol de dibujos animados

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

vítor mejuto

Remató un centro con el pecho y superó de vaselina al portero del Vilalbés

18 nov 2020 . Actualizado a las 19:51 h.

Fue tan espectacular que cuesta incluso imaginárselo, pero el fabrilista Rayco Rodríguez marcó el domingo al Racing Vilalbés un golazo de dibujos animados. El atacante, canario como sus entrenadores Valerón y Manuel Pablo, remató ¡con el pecho! un centro al área desde la derecha y el balón siguió una parábola perfecta por encima del portero Javi Rumbo hasta besar la red. «Javi Sánchez me vio muy bien cómo me desmarcaba a la espalda de la defensa y me puso un gran centro. El balón me llegó a la altura del pecho y pensé: ‘Si la controlo, se me puede echar el central encima, así que tengo que rematar de primeras’. Entonces, cogí impulso para rematar con el hombro y me salió una vaselina perfecta al portero», explica el propio jugador del filial deportivista, quien reconoce: «Al final, lo importante era marcar gol como sea. La jugada fue genial y yo lo que quería era impulsarla como fuese. Me llegó a la altura del pecho y rematé y me salió... un golazo».

Rayco, que en siete días cumplirá 24 años, es un delgado extremo de 1,78 metros que el pasado curso destacó como segundo máximo artillero de Tercera en las filas del filial del Lugo, el Polvorín. «Había marcado goles bonitos, incluso desde el centro del campo, pero con el pecho nunca. Este es el mejor de mi carrera», afirma sin rodeos esta joven perla canaria, que dejó Las Palmas cuando era juvenil para jugar en el Betis, desde donde dio el salto al Nàstic de Tarragona de la mano de Viqueira y de allí al Lugo, cuando el exdeportivista ocupó su dirección deportiva.

Pese a la belleza de su gol, al jugador no ha dejado de sorprenderle la repercusión que le ha seguido. «Sé que fue un gran gol, pero quizá por la categoría en que estoy no contaba con tanto famoseo», señala sincero el futbolista. «En mi familia ya se piensan que soy... Mi madre ya me ha llamado diciendo que por qué no me suben, que me tienen que llevar al primer equipo y cosas de madres y de la gente que me quiere. Pero ya les digo que queda mucho. Es normal que la familia esté feliz y los compañeros también muy bien, y yo, claro, muy agradecido a todos», admite.

No obstante, aunque el Fabril volvió a entrenarse ayer, Rayco no ha podido hablar con el gran mago canario, Valerón, sobre su extraordinario tanto. «Ya habrá tiempo cuando las cosas mejoren», explica, y es que su equipo solo pudo empatar en Vilalba (3-3) y apenas ha ganado una de las cinco jornadas disputadas. Tan comprometido está con el éxito colectivo, que Rayco afirma sin rodeos: «Preferiría no haber marcado ese gol y haber ganado». Es un soldado blanquiazul que ha marcado un gol de dibujos animados.