El calvario de Borja Valle, sin cobrar desde que llegó a Rumanía

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Impagos y malos resultados lastran el Dinamo de Bucarest, con el gallego Álex Couto como director deportivo

16 nov 2020 . Actualizado a las 16:30 h.

El Dinamo de Bucarest, un club histórico de Rumanía que esta temporada cuenta con indiscutible protagonismo español, se debate entre dudas apenas unos meses después de arrancar la temporada. Adquirido el pasado verano por el empresario andaluz Pablo Cortacero, no tardó en incorporar a su proyecto a figuras conocidas de la Liga, como los exdeportivistas Borja Valle y Abdoulaye Ba, o incluso situar de director general al entrenador gallego Álex Couto.

Solo unos meses después, la ilusión ha dejado paso a los contratiempos, y los malos resultados deportivos se han visto acompañados por las denuncias de impagos a los profesionales. El propio Borja Valle escribió en sus redes sociales: «Los problemas no se ven, pero existen… nosotros seguiremos dando la cara siempre!» Aunque ahora rechazó explicar su situación, a este futbolista, fichado en septiembre, no se le han abonado nómina alguna, por lo que estaría planteándose denunciar su contrato ante la FIFA y reclamar la carta de libertad en una vía de salida que podrían seguir muchos de sus compañeros.

Álex Couto, con un cargo de responsabilidad en el histórico equipo rumano, aludió a una cláusula de confidencialidad de su contrato para no manifestarse públicamente. Hace solo unos días, el máximo accionista sí que tuvo que salir al paso de la situación generada y reconocer las dificultades que atraviesa el club mediante un comunicado en el que reconoció retrasos en los pagos y hasta mala gestión, pero insistió en que el pasado viernes hizo un primer abono para sueldos y proveedores. «El dinero irá a las cuentas del club a principios de la próxima semana», se comprometió Cortacero.

Estas palabras no han convencido en el vestuario, donde ya se han acostumbrado a excusas de todo tipo. «Una semana era que se había equivocado en el número de cuenta, otra que si el banco de Rumanía tardaba una semana en visar las transferencias, luego que tenía coronavirus,...», coinciden varias fuentes. Todo pintaba muy bonito. Futbolistas con amplia trayectoria en la élite como Aleix García (canterano del Villarreal y fichado por el Manchester City, que lo cedió al Girona o al Mouscron belga), el portero Tomás Mejías (formado en el Madrid, pero con muchas temporadas en el Middlesbrough inglés) o, desde el banquillo, Cosmin Contra, exfutbolista del Atlético de Madrid y exseleccionador de Rumanía, se convirtieron en la bandera del proyecto.

El desembarco de profesionales ligados al fútbol español continuó no solo en la plantilla o el cuerpo técnico (preparador físico, de porteros, o fisioterapeutas también han pasado por clubes de la Liga), sino también en la estructura, donde el gallego Álex Couto, entrenador, máster en fútbol y autor de algunos libros en este ámbito, así como licenciado en Económicas y Empresariales, llegó como director general. Otra figura para consolidar una iniciativa a la que solo le quedaba comenzar a caminar.

Con Valle, autor de tres goles, uno espectacular en su debut, cuando marcó desde el centro del campo y fue elegido jugador del partido, y Abdoulaye Ba como titulares junto a Mejías, Juan Cámara y el exjugador del Lugo Isma López (Aleix García entró desde el banquillo), el Dinamo cortó este fin de semana con un empate (1-1) en casa contra el colista una racha de cinco derrotas consecutivas. Aún así, el equipo de Bucarest es penúltimo en la Liga con apenas seis puntos en diez jornadas, por lo que el descontento de la afición con el rendimiento de los jugadores y la falta de soluciones de los dirigentes son palpables, mientras las sombras de una espantada general se ciernen sobre un equipo campeón de 18 ligas y 13 copas en su país.

Muchos futbolistas se quejan, además, de que los problemas económicos están redundando en la falta de mantenimiento de los campos donde entrenan, u otros detalles, como los constantes cambios de hoteles en las concentraciones, la falta de guantes en esta situación de pandemia para dar masajes o, incluso, la escasa variedad en la comida de la ciudad deportiva. El futuro del club y la solución a su situación financiera podría pasar ahora por una ampliación de capital que todos esperan que no llegue demasiado tarde.