Buen maquillaje para una farsa

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

08 nov 2020 . Actualizado a las 17:58 h.

Hay una peligrosa costumbre en la plaza de Pontevedra y Abegondo de lamerse las heridas recordando el pasado. «Esto es el Dépor», se escucha con frecuencia. Sí, el Dépor, un club con 113 años de historia y seis títulos que se ha codeado con los más grandes del fútbol europeo.

El Dépor sigue siendo un club de Primera. Con una afición, un estadio, una ciudad deportiva, una estructura organizativa también de Primera, además de unos jugadores curtidos muchos en esa categoría. Y con esta base se trabaja en el club a todos los niveles.

Los futbolistas tienen todos los cuidados propios de la élite. Empleados a su disposición casi las 24 horas del día. Un departamento de comunicación que ejerce de perfecto escudo. Y, de nuevo, unas instalaciones que ya les gustaría a muchos de sus compañeros que todavía están en el fútbol profesional.

Y, quizá por esa burbuja en la que viven, todavía no se han dado de cuenta de que están en la puñetera Segunda División B. La misma en la que conviven el Coruxo, el Compos o el Socuéllamos.

Pero esa realidad no se palpa hasta el fin de semana. Es ahí cuando modestos futbolistas que no se acercan ni de lejos a las nóminas de algunos deportivistas les sacan los colores a los de Primera. Y es ahí cuando queda al descubierto la farsa que se vive de lunes a viernes y se ve que lo que hay es un equipo de Segunda B que parece bueno. Sí. Pero que no deja de ser de Segunda B. Hasta que reciben un par de rejonazos que los espabila y demuestran su calidad oculta hasta entonces. Por eso, es posible que, si en las condiciones de trabajo semanales quedara clara la categoría, el fin de semana tendrían el hambre que añora la afición. De momento, 10 puntos que sirven de maquillaje (ojalá no de narcótico) para la farsa. A disfrutarlos.