Minutos después de que Vidal anunciase que iba a pedir la inhabilitación de Tebas, el organismo que este preside denunció a Bergantiños por corrupción en el deporte
16 mar 2021 . Actualizado a las 15:05 h.El caso Fuenlabrada se ha convertido ya en una auténtica batalla campal de despachos. Un todo vale en el que la Liga de Javier Tebas se ha lanzado al ataque sin piedad. Su última ofensiva fue enviada al corazón del deportivismo. Disparo directo al capitán blanquiazul.
Minutos después de que Fernando Vidal anunciara la solicitud de inhabilitación para Javier Tebas, la Liga presentó una denuncia contra Alex Bergantiños en una comisaría de la capital de España. A la mañana siguiente, dos integrantes de la brigada nacional contra el juego y las apuestas en el deporte ya estaban en A Coruña. Su misión, detener a Álex Bergantiños, acompañarlo hasta el cuartel de la policía nacional y tomarle declaración.
De esta manera, al filo de las once de la mañana, apenas 16 horas después de que el presidente del Deportivo anunciara la acción contra Tebas, el capitán del Deportivo fue abordado en las inmediaciones de su domicilio, cuando se disponía a dar un paseo con su familia.
Ya en el cuartel y en presencia de Óscar Rama, asesor jurídico del Deportivo, —«con un trato exquisito por parte de los policías», declaró el jugador tras su declaración—, los funcionarios explicaron al capitán del Deportivo que el motivo de dicho interrogatorio estaba en una denuncia formulada contra él por corrupción en el deporte.
El audio filtrado por un compañero de vestuario, en el que el veterano mediocentro de la Sagrada Familia trataba de reclutar futbolistas para medirse al Fuenlabrada, fue la causa de esta intervención policial.
En su declaración, el centrocampista coruñés explicó que en ningún momento sugirió ningún amaño de partido con el Fuenlabrada, que el empleo de la palabra «paripé» se debía a que tras semanas de vacaciones y vueltas que había dado el caso, jugar ahora este encuentro le parecía algo ilógico y que la sentada era un acto de denuncia por la ilógica situación que se estaba viviendo.
Tras testificar durante algo más de dos horas, Álex Bergantiños fue puesto en libertad sin cargos y la pareja de policías regresó a Madrid, en donde continuará una investigación que, según algunas fuentes, no tendrá apenas recorrido.
