El Deportivo acabó conformándose con su tercer empate seguido tras remontar una paupérrima primera parte y sufrir la lesión de Peru

Pedro Barreiros
Redactor

En solo noventa minutos, el Dépor se creyó en Segunda B, remontó de forma brillante hasta tener la victoria en la mano y, por último, hubo de conformarse con un empate (3-3) que no sació a nadie. Ni los coruñeses se sintieron bien tratados después de una brillante segunda parte, ni el Rayo se creía que se le pudiese acabar escapando una victoria que al descanso creyó en el bolsillo. Pero la peor noticia para el Deportivo fue la lesión de Peru, que tuvo ser que retirado en camilla en los últimos instantes del choque.

El cambio de sistema no sentó bien al Dépor. La primera ocasión en que Vázquez dejó en la libreta el esquema de tres centrales, su equipo salió tan inseguro y temeroso, que el borrón estuvo a punto de resultar letal. Era difícil empeorar la primera parte de Oviedo, pero un Dépor en franca regresión de fútbol y sensaciones lo consiguió en los primeros 45 minutos de esta sábado. No tardó ni 30 segundos en quedarse por detrás en el marcador. En la primera jugada del partido, nada más sacar de centro, el visitante Juan Villar se adelantó a los centrales para rematar a placer un centro raso de Luna. El 0-1 noqueó a los coruñeses, un muñeco en manos de un equipo de mayores. El Rayo, que antes del cuarto de hora ya pudo ampliar la ventaja en una doble ocasión de De Frutos y Trejo salvada por Mujaid y Dani Giménez, marcó el 0-2 en un clamoroso error de Mollejo. Este quiso ceder con el pecho a su portero otro centro desde la izquierda, pero Villar se adelantó para cruzar a la red el segundo.

Enredado en la atosigante presión del adversario, muchos futbolistas de Fernando Vázquez parecían jugar con piedras en los bolsillos, es decir, varias marchas menos que un rival capaz de volar en relación a la falta de intensidad de su adversario. El Dépor no dio noticias hasta la media hora de juego, cuando Koné disparó desviado desde casi 30 metros. Para entonces, el Dépor ya había recuperado la defensa de tres centrales, con Bergantiños incrustado entre Mujaid y Peru. También Mollejo trató de enmendar su pifia en un centro al segundo palo de Keko, pero chutó alto. Los coruñeses se retiraron al descanso sin intentar ni un solo saque de esquina.

Vázquez cambió tres jugadores en el descanso, pero esta no fue la mayor transformación. Ahora se dejó los miedos en el vestuario y salió a morder al Rayo, que mostró todas sus costuras. Si este lo noqueó hasta el descanso sin apenas mancharse, ahora en solo un suspiro, apenas siete minutos, igualó la ventaja rayista. Lo consiguió desde un acierto absoluto e inédito a lo largo de esta temporada en el remate y una confianza de ciencia ficción en el momento más crítico de la temporada. Santos cabeceó el centro de Koné para marcar el 1-2 y, con la garganta aún ronca por el grito del gol, Mollejo, a pase de Hugo Vallejo, se redimió por fin del error del primer período para devolver el partido a la casilla de salida.

El Rayo quiso regresar a la ida y vuelta constantes que tan buen resultado le habían dado, pero el disparo de Tito golpeó en el palo. Además, enfrente, el Dépor, con Uche Agbo como dueño y señor del mediocampo, también sabía responder. Con todo a favor, Aketxe remató desviado un balón suelto en el área cuando aún faltaban veinte minutos para el final. Todo estaba en el aire.

A diez minutos del final, Borja Valle hizo trabajar a Dimitrievski, que desvió a córner. Al saque, Martín frenó en mano el cabezazo de Santos y, después de minutos eternos de consulta en el VAR, Aketxe chutó, pero entre el portero y el larguero despejaron. La jugada siguió y Peru tuvo que ser retirado en camilla mientras Aketxe se preparaba para lanzar por segunda vez la pena máxima. Esta vez acertó. No pasaron dos minutos antes de que el árbitro pitase otro penalti, este en el área deportivista por falta de Mujaid. Mario Suárez engañó a Dani Giménez para transformarlo como colofón de este partido de locos.

Un penalti de ocho minutos para que Aketxe marcase

Desde que Martín despejó con la mano el cabezazo de Santos hasta que Aketxe marcó, transcurrieron ocho eternos minutos en los que Vicandi Garrido revisó dos veces la acción y el mediapunta vasco lanzó por dos veces. Solo en la segunda marcó. En el lapso entre una y otra ocasión ocurrió la lesión de Peru, que tuvo que ser retirado en camilla y sustituido de urgencia por Montero.

Primera titularidad de Keko con la blanquiazul

El jugador madrileño se estrenó en la alineación del Deportivo. Hasta ahora había jugado partiendo desde el banquillo en los encuentros contra el Alcorcón, el Zaragoza, el Sporting y el Oviedo. En el primero y en este último, además, había brindado sendas asistencias de gol para su equipo. Esta vez jugó como titular en el cambio de sistema por el que Fernando Vázquez se inclinó para abordar al Rayo.