Tras cuatro años de investigaciones, el juez instructor cerró la causa porque dijo que el testimonio del coimputado no podía ser tenido como prueba de cargo ya que no prestó sus declaraciones bajo juramento y podía con su declaración buscar una exculpación.
«Considero que no es fiable, ni creíble, ni digna de la precisa credibilidad la versión de los hechos del citado coinvestigado», que identificó a cinco ultras del Frente Atlético como autores materiales de la muerte, por lo que «no sirve de manera evidente a los efectos de sustentar el procesamiento de persona alguna».