Manu Sánchez, pinchadiscos y binguero para animar a sus vecinos durante la cuarentena

Iván Antelo A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

Cedido

El entrenador del Deportivo femenino es el animador oficial de la urbanización en la que vive durante estas semanas de confinamiento

06 abr 2020 . Actualizado a las 12:49 h.

Todo era idílico aquel 1 de marzo. Del coronavirus solo llegaban ecos lejanos y Manu Sánchez acababa de liderar con su equipo una de las mayores gestas que se recuerdan en la élite del fútbol. Remontar un 3-0, en los últimos nueve minutos, para acabar ganando 3-4 en el feudo del que será oficialmente el Real Madrid en apenas unos meses. El entrenador coruñés lograba así llevar a la cuarta posición a un recién ascendido, con el presupuesto más humilde de la competición.

De aquello hace ya más de un mes. El Deportivo femenino no volvió a jugar, el COVID-19 tomó España y el entrenador de moda de la Primera Iberdrola ha dado un giro radical a su vida. Ahora ya no medita si utilizar un rombo o pentágono en el centro del campo. El fútbol ha pasado a un segundo plano. Su cabeza la ocupa en estos momentos en ayudar a sus vecinos en esta dura época, maquinando innumerables actividades que les permita llevar mejor el encierro, recientemente prolongado hasta el 26 de abril. «Todos los entrenadores vivimos obsesionados con las planificaciones y las programaciones... Yo necesito dirigir y este es mi nuevo equipo», define su actual situación, con sentido del humor.

Sánchez comenzó como todos su confinamiento el pasado 14 de marzo. Y desde el primer momento empezó a darle vueltas a la cabeza sobre cómo podía ayudar en esta delicada situación. Así, a las ocho de la tarde, tras un aplauso colectivo a los servicios sanitarios, empezó a poner música con el mismo altavoz que también fue protagonista hace un año en el ascenso. Al día siguiente fue más allá. Aprovechando la salidas necesarias para su perro, Oso, comenzó a pegar carteles por el barrio ofreciéndose a poner las canciones que le solicitasen a través de un correo electrónico o por WhatsApp.

Pero aún dio un paso más. A su función de pinchadiscos oficial de la urbanización, acompañando las canciones con las dedicatorias o felicitaciones que le solicitaban, le sumó la de binguero. Manu Sánchez comenzó a organizar bingos comunitarios cada sábado. Pegó otros carteles con la idea y la respuesta fue masiva. Veintiocho viviendas se apuntaron al último, durante la tarde-noche de este sábado. Sus paseos con Oso los convirtió en los momentos elegidos para introducir los cartones en los buzones de los vecinos interesados.

¿Los premios? «Los ganadores se llevan pines, bufandas o camisetas del Deportivo que tengo por casa. Ya me va quedando poco», lamenta, sonriente, aunque ya hay vecinos que se han ofrecido a aportar sus granitos de arena con los incentivos.

Esa es la nueva realidad del entrenador revelación del fútbol nacional, mientras no vuelva a rodar el balón. Hacerle la vida un poco más amena a los demás, mientras no llega la solución definitiva al coronavirus.