Los daños colaterales del COVID-19 en el Deportivo

Iván Antelo, Alexandre Centeno A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

A la incertidumbre deportiva se suma la suspensión de la junta para aprobar tres ampliaciones de capital y la parálisis de contrataciones estratégicas

06 abr 2020 . Actualizado a las 09:32 h.

El coronavirus y la paralización de la actividad del club están provocando daños colaterales en el Dépor. A la incertidumbre deportiva, con el equipo en zona de descenso, sin saber ni cuándo ni cómo se va a reanudar la competición, hay que sumarle la económica, por la suspensión de la junta que debía aprobar tres ampliaciones de capital por valor de 70 millones de euros, la falta de ingresos y la paralización de las incorporaciones que debían reforzar una nueva estructura deportiva.

sin actividad deportiva

Tres semanas sin entrenar, en el peor momento

La primera consecuencia de la declaración del estado de alarma motivada por la pandemia del coronavirus es la más evidente y la que afecta a todos los clubes por igual. El Deportivo ya acumula tres semanas sin entrenarse y un mes sin competir, sabiendo además que este escenario parece que se prolongará, como poco, hasta el 26 de abril. Un parón que llegó para el equipo de Fernando Vázquez en plena inercia negativa, tras caer goleado contra el Almería (4-0) el pasado 7 de marzo.

Fichaje

Sin tiempo para acoplar a Ba

El Deportivo anunció el fichaje de Abdoulaye Ba, procedente del Rayo Vallecano, el pasado 10 de marzo, y apenas cuatro días después se declaró el estado de alarma en España. La intención de la Liga es que se reanude la competición en formato esprint, con partidos cada dos o tres días. Esto provocaría que apenas habría entrenamientos y que Ba tendría que acoplarse al sistema de juego de su nuevo equipo sobre la marcha, compitiendo.

Incertidumbre

¿Descendería el Dépor si no se pudiera competir más esta temporada?

No es un escenario planteado ahora ni por la Liga ni por la Federación. De hecho, el propio Rubiales dijo hace semanas que no se le podía privar a los equipos de la posibilidad de luchar por la permanencia o de conseguir sus objetivos, y que se planteaba incluso finalizar los campeonatos más allá del verano. El parón ha llegado con el Deportivo en un teórico descenso, aunque empatado a puntos con otros dos equipos y la duda de cómo se resolvería ese desempate si no se termina la Liga. En todo caso, en ese escenario cada vez más voces piden que se declarase nula la temporada, sin descensos.

planificación detenida

Nombramientos paralizados

La irrupción del COVID-19 en España también ha coincidido en el tiempo justo cuando el club trabajaba en la confección de su nueva estructura. Fernando Vidal y su consejo llegaron al club en enero, pero hasta el 1 de febrero se centraron en reforzar al equipo con la ayuda de Richard Barral y en cerrar acuerdos económicos claves. En marzo estaban poniendo en marcha el nuevo organigrama. Han quedado en suspense tanto la incorporación de Fran (director de fútbol base) como la del nuevo secretario técnico, cuyo nombre no ha trascendido, pero con el que había un acuerdo prácticamente total. La incertidumbre sobre el futuro de la sociedad tanto a nivel deportivo —si se mantiene en Segunda o no— como económico han motivado este frenazo.

Crisis económica

Temor a pérdidas millonarias

Los clubes del fútbol mundial viven tiempos de suspense por la paralización de las competiciones, que a su vez supone dejar de recibir ingresos por televisión y otros conceptos. El Deportivo no es una excepción. Esta inesperada situación le llega en medio de su propia crisis, con una deuda heredada de épocas pasadas que se acerca a los 90 millones. En el escenario actual, con las empresas haciendo regulaciones temporales de empleo, también hay temor a perder importantes ingresos por publicidad comprometidos.

Sin ampliación de capital

La junta, suspendida

El Deportivo tenía programada una junta para el pasado 17 de marzo con el objetivo de someter a juicio de los accionistas tres ampliaciones de capital por un valor total de 70 millones (Abanca capitalizaría 35, correspondientes a dos préstamos), que debían permitirle al club reducir la deuda casi a la mitad. Una de las ampliaciones de obligada aprobación en marzo se debía a la capitalización de cinco millones del préstamo participativo concedido en enero por Abanca para poder aumentar el tope salarial del equipo (la Liga lo autorizó y el no cumplimiento podría llegar a suponer hasta la expulsión de la competición del Deportivo por violar las normas de control económico). Todavía no hay fecha para la nueva junta, pero se da por hecho que la Liga concederá una moratoria debido al estado de alarma.