De no producirse la permuta —los recursos ofensivos del Almería, encabezados por un sorprendente Darwin Núñez, no invitan a pruebas— hay otro par de aspirantes a asociarse con Gaku en los Juegos Mediterráneos. Uno es Vicente, quien ante el Lugo acusó la inactividad, pero cuyas prestaciones fueron altas durante la etapa de Luis César. El otro es Uche. El nigeriano ha concluido su fase de adaptación para superar la falta de ritmo que evidenció en su estreno frente al Albacete. En paralelo se ha ido amoldando al sistema y el técnico blanquiazul volvió a darle minutos al final del derbi. Pese a ciertas lagunas tácticas, quizá asociadas al escaso rodaje, ha dado muestras en sus breves apariciones de la ventaja que supone su físico en duelos ásperos.
El Almería suele llevar el peso de los encuentros en casa, y la capacidad para interrumpir su fútbol combinativo podría marcar la cita. La clave está en darle a Gaku la mejor compañía.