Un gol de Somma bastó al equipo coruñés, que se acerca a cuatro puntos de la zona de salvación

Xurxo Fernández
Redactor

«Flota como una mariposa, pica como una abeja». Fernando Vázquez no engañó a nadie. Probó tres centrales en Abegondo y los envió después a machacar la escarcha de los Pajaritos. Destripó en la previa cuál iba a ser su propuesta frente al Numancia, y cumplió. En Soria y en cualquier campo al que el Deportivo salte a jugar. «Un boxeador al que no le puedan tocar ni la nariz —perfiló el míster—. Quizá tú no des ningún golpe, pero el contrario tampoco. Un equipo capaz de aguantar, aguantar y aguantar. Y luego...». Versión enxebre de las famosas palabras de Alí.

Es cierto que lo de flotar salió regular, porque la cancha parecía más una pista de patinaje que un ring, pero con trotar sin resbalones alcanzó para desesperar al oponente, que mató el primer tiempo sin hacer un rasguño al conjunto coruñés.

Entre Somma y Mujaid evitaron el gol en un balón raso desde el córner a los cinco minutos y a eso quedó reducido el ímpetu local. El «luego...» al que se refería Vázquez también se hizo de rogar. Hasta que llegó. El de Castrofeito había abrazado la causa de Mollejo como delantero, convencido de que pocos como él encarnan en su actual plantel la actitud del pegador. El ex del Atlético respondió con su figura de peso mosca y ese comportamiento que lo hace único. El Raúl García blanquiazul. Querido compañero, odioso para el rival.

Ni siquiera necesitó chutar. Se ganó la amarilla en el 34, en la pugna por un balón dividido, y en el 40 le arrancó una roja al VAR. Le enseñó la plancha a Gus Ledes y el centrocampista numantino cayó. Desde el suelo, le largó un plantillazo en la entrepierna al deportivista, quien rodó sobre el hielo del área mientras el colegiado se iba a ver la televisión. Los coruñeses solo habían inquietado a Dani Barrio a balón parado, pero alcanzaban el descanso con ventaja de efectivos, a falta de trasladarla al marcador.

El movimiento no tardó en producirse en cuanto los visitantes retornaron al césped, dispuestos a cumplir con la parte de la abeja. Amagó Aketxe, rematando flojo y centrado en el interior del área una dejada de Valle, y picó por fin Somma, remachando a la segunda el saque de esquina que Bóveda había cabeceado en escorzo, provocando un mal despeje del portero local.

Premio doble en la estrategia. La que dispuso el técnico, aligerando el frente de ataque para superpoblar la zaga; y la que botó el 10 del Deportivo, que empieza la segunda vuelta —el torneo Clausura diseñado por Fernando Vázquez— como arrancó la primera. Letal cuando tiene tiempo para colocar el cuero, centrar o disparar.

El Numancia respondió desprendiéndose de Vidorreta, el único lastre que aún sostenía su medular, donde Bergantiños y Peru se quedaron sin oposición. Lo fio todo a la acumulación de receptores para el empacho de saques de banda de Marc Mateu. Dani Giménez ni se enteró. Un chut a puerta en toda la segunda mitad. Primer triunfo a domicilio del hasta ahora deprimente curso blanquiazul. En uno de los campos más difíciles de la categoría. «Aguantar, aguantar, aguantar...». Y tres puntos para la fe.

Ficha del partido

Numancia: Dani Barrio; Calero (Néstor Albiach, min 82), Derik Osede, Castellano, Héctor Hernández; Vidorreta (Guillermo, min 65), Gus Ledes; Curro Sánchez, Marc Mateu, Moha (Álex Sola, min 72); Higinio Marín

Deportivo: Dani Giménez; Eneko Bóveda (Borja Galán, min 77), Mujaid, Somma, Montero, Salva Ruiz; Aketxe, Álex Bergantinos, Peru Nolaskoain, Borja Valle (Longro, min 84); y Mollejo (Luis Ruiz, min 75).

Gol: 0-1, min 54: Somma.

Árbitro: Sagués Oscoz (Comité vasco). Expulsó por roja directa (min. 39) al numantino Gus Ledes por propinarle una patada a Morillo, cuando el balón estaba detenido, tras una jugada en el área local. Amonestó además con tarjeta amarilla a los locales Marc Mateu y Curro y a los deportivistas Mollejo y Bóveda.

Incidencias: duelo de la vigesimosegunda jornada de Segunda División celebrado en el estadio de Los Pajaritos ante 5.583 aficionados, un centenar de ellos deportivistas.