La nueva directiva del Deportivo visitó a los quince futbolistas que retomaron los entrenamientos después del descanso navideño mientras sigue gestionando la llegada de otro entrenador
29 dic 2019 . Actualizado a las 15:33 h.El Deportivo arrancó una nueva era en una mañana atípica, pero con muchos ingredientes diferentes para el análisis. En la ciudad deportiva había poco más de una docena futbolistas, tres técnicos supervivientes y un consejo de administración recién constituido. También algún despistado: «¿Está Fernando Vázquez?», preguntaba un aficionado en la cafetería. Y un puñado de niños en busca de autógrafos. Como el que Dani Giménez firmó en la camiseta naranja del guardameta que Papá Noel había regalado a un chiquillo.
La mañana en que todo empezó a cambiar comenzó como muchas: a las nueve y media con el habitual desayuno de grupo en las entrañas de las instalaciones. A su término, el nuevo presidente, Juan Antonio Armenteros, cuatro de sus cinco consejeros (José Luis Queijeiro, Manuel José Vázquez, Ricardo González y Federico García Poncet, solo faltaba Argimiro Vázquez Guillén), así como Juan Carlos Rodríguez Cebrián saludaron a los jugadores.
Apenas quince estaban citados. Se ausentaron los ocho extranjeros (Jovanovic, Lampropoulos, Gaku, Somma, Longo, Christian Santos, Koné y Beto da Silva), quienes disponen de permiso hasta el entrenamiento previsto para esta mañana. En cambio, sí que acompañaron a los trece futbolistas de la primera plantilla el defensa fabrilista Mujaid, un habitual en los últimos dos meses del primer equipo, así como el portero del filial Boian.
El mensaje en que los nuevos dirigentes insistieron fue de «tranquilidad y seguridad, porque es lo que toca», afirmó luego el presidente a los medios de comunicación arremolinados a su alrededor. Armenteros lidera ahora mismo una directiva provisional en su estructura, pero que a partir de la junta de accionistas del próximo día 14 formará parte del nuevo consejo de administración bajo la presidencia de Fernando Vidal.
Breve activación
Mientras tanto, la plantilla arrancaba el trabajo con los ejercicios de gimnasio, justo antes de saltar al césped. El entrenamiento al aire libre se prolongó durante poco más de una hora, y apenas consistió en unas tareas de activación a modo de reencuentro con el balón una semana después del último compromiso liguero. El jugador de campo que más se demoró en regresar a los vestuarios fue precisamente el héroe de esta victoria final, Peru Nolaskoain. Eso sí, el más demandado por los aficionados volvió a ser el de siempre, el capitán, Álex Bergantiños.
Después de la destitución de Luis César, y a falta de que culminen las negociaciones para la vuelta del deseado Fernando Vázquez, tres entrenadores que habían abierto la temporada con Anquela llevaron las riendas de esta suave sesión de ayer: el técnico Alejandro Esteve y el preparador de porteros Yván Castillo, quienes pertenecen al club desde el verano del 2018, cuando llegaron en el primer proyecto de Carmelo del Pozo junto a Natxo González, así como el preparador físico Marcos Marcén, incorporado en la última pretemporada de la mano de Anquela.
Por cierto, a Del Pozo no se le vio en ningún momento por la ciudad deportiva. Así fue la mañana en que tímidamente arrancó una nueva etapa, cuando este Deportivo todavía de mínimos en la plantilla y el banquillo, pero completamente reformado desde la cúpula, comenzó a preparar su gran misión: las 21 finales que le quedan para alcanzar la permanencia.
