Un entrenador para dar confianza a la base y sacarle rendimiento

Javier F. Abruñedo «Bicho» EXJUGADOR DEL DEPORTIVO

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

30 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo he dicho varias veces: Fernando Vázquez es para mí un padre en el plano futbolístico. Coincidimos cuando yo era muy joven y se centró en intentar llevarme por el buen camino en el terreno deportivo. Trató de educarme, además de hacerme mejor jugador. Creo que en ese terreno su llegada será una suerte para muchos fabrilistas, que podrán explotar las condiciones que poseen. Ojalá pueda hacer con los Gandoy, Valín, Mujaid, lo mismo que hizo con nuestra generación. Exprimir su talento.

Es el técnico idóneo para dar confianza a la base y sacarle rendimiento, y se mueve bien en situaciones extremas como la que ahora atraviesa el Dépor. Ya se vio durante su primera etapa, en la que tanto el equipo como la afición experimentaron un cambio desde su llegada, pese a que parecía que no había ninguna opción de competir hasta el final. El club apuesta ahora por él buscando en cierto modo lo mismo: reaccionar y dar el plus de identidad al equipo.

En cuanto a sus características como entrenador, se trata de un hombre de club al que le gusta mucho trabajar al equipo a nivel táctico. Cuando coincidimos priorizaba bastante la solidez en defensa, pero potenciaba a los jugadores de buen toque, como entonces sucedió con Juan Domínguez. En el trabajo diario no dedicaba demasiado tiempo al análisis del rival, no tiraba de vídeo hasta que avanzaba la semana y entonces se detenía en comentar algunos detalles apoyados en imágenes. Tenía además las tareas bastante estructuradas entre el cuerpo técnico.

Con los futbolistas siempre era muy natural y cercano. Mantenía charlas frecuentes y lo hacía casi de tú a tú, sin marcar mucho las distancias.

La pretemporada del año de Segunda había sido bastante dura en Monforte, con entrenamientos muy exigentes por las circunstancias, pero durante el resto de la temporada, los entrenamientos se acercaron mucho a los más habituales con casi cualquier entrenador, con bastante protagonismo del balón. El factor motivacional, por supuesto, siempre ocupó un lugar prioritario. Se ponía como loco con los goles, por ejemplo. Y era contagioso.

Seguro que regresa muy ilusionado y consigue enchufar a la plantilla, que es lo que se necesita. La calidad está, es necesario sacarle partido.

Javier Fernández Abruñedo, «Bicho»