El Dépor, ni dos horas por delante

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Consumido el primer tercio del campeonato, el conjunto coruñés apenas acumula 110 minutos al frente en el marcador, menos del 10 % del tiempo que ha pasado sobre el campo

04 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Deportivo se ha puesto de moda un peligroso estimulante. «Un pinchacito», le decía Anquela a esa antigua forma de dopaje colectivo que requiere de un rival que la suministre y se presenta con castigo incorporado. El conjunto blanquiazul es incapaz de entrar en los partidos hasta que el adversario lo mete de golpe. Y para entonces... «En Segunda, si te dan un pinchazo, mal negocio», sostenía la voz de la experiencia del viejo entrenador, cansado de ver a su equipo esperar a recibir la bofetada que actuaba como disparo de salida. Lo normal viene siendo que los coruñeses no compitan hasta que el marcador los coloca por detrás, y el objetivo inmediato pasa de la victoria al empate. En ocasiones, ni eso, como en Huesca o Las Palmas; dos choques a los que no llegaron a presentarse. Tampoco dieron ninguna señal de vida en casa frente al Málaga.

En el resto de citas, sí dejaron constancia de su concurso, aunque casi siempre tras verlo todo perdido. Una necesidad de motivación que tiene traducción a minutos. 112 ha pasado el Dépor en ventaja. Una miseria, consumido ya el primer tercio del campeonato. Esfumadas 21 horas de competición, no llegan a dos las pasadas ganando. Menos de un 10 % del tiempo en el campo, con el elevado coste emocional que ello supone.

Prácticamente todos esos ratos de felicidad se reparten entre dos duelos. Ambos, en casa. El Deportivo arrancó la competición al frente. A los 20 minutos del curso, Koné batió a Alfonso Herrero. Aketxe pareció afianzar la victoria en el 56, pero el Oviedo recuperó el equilibrio durante otros diez minutos (Obeng anotó el 2-2 en el 78, y en el 88 apareció Santos). El cálculo determina que de ese choque inaugural Riazor sacó una hora de regocijo.

El resto de momentos felices gozados en el estadio son producto de una tarde de desenfreno a mediados de septiembre. El invitado fue el Numancia, que puso además el estímulo. Se adelantaron pronto los sorianos, pero la reacción llegó en diferido. Después de un primer tiempo lamentable, los de casa se vinieron arriba en el segundo. A la altura del 54 ya estaban por delante y en el 82 iban 3-1 (marcaron Mollejo, Aketxe y Koné, de penalti). Sin embargo, la euforia se evaporó justo antes del descuento y al adversario aún le dio tiempo de reequilibrar la cita por medio de Escassi en el minuto 94. Cuarenta de ventaja blanquiazul para añadir a la cuenta.

Solo 12 fuera, en Vallecas

El resto son fruto de una cita a domicilio. En Vallecas, el equipo que aún dirigía Anquela arrancó el encuentro ganando. A los cinco minutos, Aketxe envenenó un balón parado que se tragó Alberto. A los 17, Mario Suárez recuperó las tablas al rematar sin oposición un saque de esquina. Con esto estarían los 112 acumulados en catorce de las 42 jornadas de fase regular que incluye el campeonato.

Desde que la Segunda División reúne a 22 equipos (campaña 1997-98) solo existe un precedente de peor bagaje. Corresponde al Córdoba y de ello hace ya tres lustros. Los andaluces consumieron el primer tercio de la temporada 2004-2005 con solo cinco puntos. Los reunieron entre tres entrenadores -a Esteban Vigo, Robert y Crispi aún les sucedería Juan Carlos Rodríguez, ya avanzado el curso- e incluían una victoria por 2-0 ante el Nástic, iniciada en el 54 por Ariel Montenegro, y dos empates sin goles. El resto de tiempo que los verdiblancos habían pasado ganando transcurrió en El Molinón, con un tanto de Armentano en el 4 que Irurzun empezó a neutralizar en el 58. Solo hora y media por delante llevaban a estas alturas los cordobeses, que perpetuaron la costumbre de espabilar tarde. En la jornada 20 arrancaron una espectacular reacción que los llevó a morir en la orilla, a solo un punto de salvarse.

Ni antes ni después de aquello aparece otro conjunto tan rácano en alegrías como el Dépor. Hace un año, por ejemplo, el Nástic llevaba un punto menos que los coruñeses en los primeros catorce encuentros, pero acumulaba ya 200 minutos de triunfo virtual. Ninguno ha disfrutado todavía Luis César, para quien hasta ahora el gol solo vale un punto.