El técnico reconoció los problemas, pero insistió en que sus jugadores pelearon hasta el pitido final y que el resultado fue «tremendamente injusto»
01 sep 2019 . Actualizado a las 21:47 h.Anquela no puso paños calientes al mal partido del Dépor. El técnico se refirió a su equipo como un bloque blando y con déficit de atención en los aspectos defensivos, al tiempo que de ánimo deprimido. En este sentido, reconoció como lógica la preocupación de la hinchada, después de dos derrotas en las tres primeras jornadas y nada menos que ocho goles encajados. Al respecto del primer tanto del Rayo, se quejó de la desatención de sus jugadores en los marcajes al saque de un córner. «Nos han empatado cómo nos han empatado, en un balón parado, con un déficit de atención; y en el segundo gol hemos estado muy blandos. Luego, en la segunda parte hemos hecho todo para empatar y creo que lo teníamos cerca, pero no estuvimos acertados y ha habido ocasiones, las hemos tenido, pero faltó meterlas», afirmó.
Cuestionado por si la llegada de nuevos fichajes podría solucionar los problemas, el entrenador andaluz insistió en que su equipo continúa en construcción y aún respecto a si esos refuerzos se vuelven imprescindibles para la defensa, añadió: «Estamos para hacer cada vez mejor las cosas, sobre todo el tema defensivo, pero es un esfuerzo de todos y lo tenemos que saber es que si se puede jugar, se juega, y si no, hay que sacar la cara B, y eso nos está faltando», subrayó el veterano técnico.
Resultado injusto
Anquela apeló a la insistencia en el trabajo para llegar al próximo partido contra el Albacete en las mejores condiciones. «Hemos peleado hasta el último segundo y creo que el resultado ha sido tremendamente injusto. Cuando un equipo está deprimido hay que llegar al corazón del deportista por la cabeza y con tranquilidad. Hoy (por ayer) hemos hecho cosas buenas, mejor respecto al domingo anterior (la derrota de Huesca). Hay que saber jugar con la presión, porque aquí se magnifica todo, pero los seguidores tienen razón en estar preocupados, porque estamos jugando para que se preocupen», dijo.
El preparador del cuadro coruñés insistió en que con el cambio de Mujaid quiso dar impulso ofensivo a su equipo. «Queríamos más llegada y tirar balones arriba», reveló, al tiempo que enjuició el partido del central fabrilista: «Le he visto bien. Tiene 19 años, es un crío, y si temblamos los de más años, él más, es lógico», subrayó, antes de reconocer que no dio la titularidad a Christian Santos porque «no está para jugar un partido entero y nos guardamos esa bala».
