No, mientras no se sepa cerrar la puerta

Lois Balado Tomé
Lois Balado EN CONTRA

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

18 ago 2019 . Actualizado a las 22:33 h.

Qué bonitos 45 primeros minutos y qué lastima que en el fútbol se viva de hora y media en hora y media.

Tras noventa minutos en el laboratorio, Riazor no distingue si su equipo es Jekyll o Hyde. Porque si en el primer tiempo compareció ese hermético Dépor de Anquela que solo recibió dos tantos durante la pretemporada, en el segundo los síntomas que acabaron con Natxo y Martí se presentaron. Pájaras crónicas de un equipo que no es capaz de cerrar un partido totalmente de cara y que hicieron volar tantos puntos la pasada campaña.

Es cierto que se ganó. Es cierto que si tu delantero suplente es capaz de marcar un gol como el tercero tienes mucho ganado. Pero cuidado. El Deportivo se aprovechó de una pegada inusual que contrarrestó el hecho de haber recibido dos goles en cuatro disparos a portería de tu rival. Un rival que, por cierto, no pudo contar con jugadores llamados a ser claves. Que fue titular en la sala de máquinas carbayona un chaval que llevaba un total de un minuto disputado en Segunda División. Que le dio el relevó otro debutante que, encima, te ha mojado la oreja.

Los tres puntos son una gran noticia, pero ármense de paciencia. Por si acaso.