A Fede se le cae el fútbol

TORRE DE MARATHÓN

Marcos Míguez

Hace coincidir su mejor partido en el Dépor con la cita más importante de la temporada y deja un gol memorable

21 jun 2019 . Actualizado a las 10:14 h.

«Otras veces se va fuera». Hasta ahí, el análisis de autor del gol más bonito de la temporada, por ejecución y significado. El de mayor trascendencia, Son Moix mediante, de las últimas campañas, junto a aquel de Salomao que valió por tres bolas extra de agonía en Primera. «Otras veces se va fuera», le dijo a la cámara. Si al argentino le falta prosa y carácter, por algún lado le tiene que brotar el fútbol. A Fede se le cae por los pies cuando abre el grifo la cabeza. Superado por la inasumible obligación de reencarnar a Messi en Segunda, había hecho del Dépor su selección, transitando los partidos en blanquiazul bajo una nube negra. La exhibición de recursos parecía reservada para otros tiempos y lugares, quizá un potrero en Bombal, de vuelta a casa. Pero al equipo de Fede, montado para ascender por las buenas, se le vino encima una promoción sorpresa. Primero porque soñó con verse subiendo en marzo y después porque temió quedarse fuera incluso de la repesca. Y como nadie se lo esperaba, el futbolista con más recursos para el desequilibrio en el plantel hizo lo que se le suponía. Rompió él solo este playoff al que el Dépor entró llenó dudas y del que va camino de salir con un entrenador consagrado y varias estrellas.

Pocos precisan tanto del título como el que menos lo quiere. Cartabia es propiedad coruñesa y debería seguirlo siendo hasta que cumpla los 28, al menos. Esos son dos años más de argentino en el extremo derecho para convertirlo en santo y seña. Si aguanta, Riazor le enseñó ayer lo que le espera. El del 11, su número, tuvo que girar por última vez sobre sí mismo para llevar a todas partes del campo los aplausos de vuelta. El reconocimiento mutuo entre una hinchada que crece y un jugador que por fin despega.

Símbolo involuntario del equipo, Fede llevaba varios partidos anunciando la arrancada definitiva. Ganaban los de Martí una vez al Mallorca, vencían por necesidad al Córdoba, destrozaban al Málaga... El de Bombal iba dejando señales y su equipo quemando etapas. Hasta la penúltima, que es la más importante porque marca la definitiva. Y en esa se encargó de cerrar una autopista. Le dio igual el socio y el enemigo. Bóveda, Simón, Leo, Lago Junior. El carril no tuvo otro dueño. Hasta una amarilla le arrancó al más peligroso de los visitantes para que nadie le discutiera quién llevaba todo el peligro. Suyo fue el envío a Carlos Fernández en la primera ocasión del partido. Suyo, el centro al mismo Carlos en la última del encuentro. La del 2-0. Suyas cuatro entradas. Suyos once duelos ganados. Suyas cinco faltas provocadas. Suyo un 95 % de pases buenos. Suyo un golazo de falta. Como el que le hizo al Albacete, pero mucho mejor. Por lo que es y porque entró. Y porque otras veces se va fuera.