Este partido de 180 minutos no representa el choque entre la obligación del Deportivo y la ilusión del Mallorca, un equipo que pocos contaban con que llegase hasta aquí. Ambos equipos juegan exclusivamente por llegar a Primera, independientemente de su trayectoria, historia o tendencia. Es, sobre todo, una eliminatoria para jugadores de peso, para jugadores de verdad. Los dos cuentan con nombres capaces de lidiar con la obligación, responsabilidad y la necesidad de dar un paso tan importante. Y en ese aspecto sí le otorgo ventaja al Deportivo por la cantidad de elementos desequilibrantes de los que dispone. Han de aparecer.
El Dépor debe aprovechar la tendencia. El play-off parecía inalcanzable y tras superar a un equipo como el Málaga, ganado también en La Rosaleda, la racha es ahora un factor importante y un refuerzo emocional. Si el Deportivo hubiese dibujado un escenario ideal, sería este. El contexto es el deseado. Y me gustaría resaltar la figura de los dos entrenadores. Martí por superar las adversidades después de llegar en un momento complicado. Y a Vicente que viene realizando un trabajo extraordinario.