Pedro Sánchez se sabe el camino

TORRE DE MARATHÓN

El futbolista de Aspe selló el acceso del Dépor a una promoción en la que ya triunfó una vez con el Córdoba

09 jun 2019 . Actualizado a las 00:14 h.

Pedro Sánchez ya subió una vez a Primera. Como sexto clasificado en la última temporada en que el Dépor ascendió directo. Militaba entonces en aquel Córdoba que se metió en promoción de forma agónica -favorecido por un empate entre el Sabadell y el Recreativo de Huelva- y emergió triunfador del memorable esperpento del Estadio de Gran Canaria. Jugó casi todos los minutos del play-off y anotó un gol decisivo en Murcia, donde había sido local por tres cursos, pero el conjunto andaluz lo dejó atrás cuando cambió de categoría. Subió a Primera el de Aspe, aunque nunca llegó a pisarla.

El clásico del jornalero necesario en cualquier conjunto, que casi nunca se cuela en la lista de imprescindibles con el cambio de temporada. Incluso en este Deportivo de los «hombres y no nombres», Pedro Sánchez mantiene un perfil bajo pese a contar con un doble habitando la Moncloa. Por un momento, el futbolista ganó al presidente. Para ello tuvo que ponerla en la escuadra. El gol, bien escaso para los de Martí, liberó al conjunto coruñés en el cruce de senderos. Baja el Córdoba, deshecho, a Segunda B. Toma su exjugador el rumbo opuesto.

Los terceros volvían a aliarse con el Dépor. Perdía otra vez el Cádiz y no ganaba el Oviedo. Pero, por si acaso, marcó Borja Valle el primer tanto en más de 360 minutos con la pelota en movimiento. Abrió la lata el berciano, que también merecía premio. Ha tenido que esperar a la baja del hombre gol para salir de la esquina, a donde (con suerte) regresará este mismo miércoles. La mayor ovación en la retirada fue sin embargo para Fede Cartabia. Héroes discretos Valle y Sánchez.

Al portador del 15 le pitaban en Riazor hace nada; aunque él asegure que de esas cosas no se entera. Tuvo que esperar a encontrarse con otro de sus muchos ex para asomar en La Romareda la cabeza y esos tres dedos que cruza cada vez que marca, en honor a Andrea, su pareja.

Ayer, otra vez. El segundo gol, que no dio puntos pero sí la calma necesaria para que pudiera empezar la fiesta. Conducción frente a una defensa en retroceso y derechazo a 25 metros de puerta. Cuando vuelva Quique seguramente caerá Borja. O caerá Pedro, que ya ha demostrado que se sabe el camino. Lo siguió en una de sus once campañas en Segunda, repartidas en siete clubes. Hace poco, presumía del «privilegio» de una larga carrera bañada en plata, pero... «Jugar en Primera es mi sueño».