José Luis Martí, futbolista hasta los 40, entrenador a los seis meses de retirarse
TORRE DE MARATHÓN
El balear, que jugó hasta los 40, dirigió 3 temporadas al Tenerife, con el que rozó el ascenso a Primera
08 abr 2019 . Actualizado a las 09:54 h.Salvo giro inesperado, el Deportivo anunciará hoy a Martí como relevo de Natxo González al frente del banquillo blanquiazul. Pero, ¿quién es el que parece que será el máximo responsable de liderar el sueño deportivista del ascenso a Primera División?
Jose Luis Martí Soler (Palma de Mallorca, 1975) cumplirá en unas semanas 44 años (el 28 de abril). Ha dedicado toda su vida al deporte del balón, con cerca de 600 partidos como profesional desarrollados entre Mallorca, Tenerife, Sevilla y San Sebastián. Siempre tuvo inquietudes balompédicas y pocos meses después de colgar las botas (2015) firmó con el Tenerife, a quien dirigió 3 temporadas hasta su destitución en febrero del 2018. Desde entonces, ha estado comentando partidos de Segunda en Movistar; en octubre rechazó la proposición de entrenar al Nàstic; y hace poco también sonó como opción para el Extremadura, que finalmente se decantó por un golpe anímico mayor como el que suponía el coruñés Manuel Mosquera.
Como futbolista, Martí era un mediocentro trabajador y ordenado. Rico tácticamente y entregado. De ahí que no le importara adaptarse al lateral derecho o incluso a la portería (año 2014, tras la expulsión de Cabrero en un Mallorca-Recre). Hincha reconocido del club balear, debutó en Primera el año que el Dépor ganó la Liga (99-00). Pero se tuvo que marchar al Tenerife (de Rafa Benítez) y al Sevilla (ganó 2 Ligas Europa con Juande Ramos y sufrió en primera persona la terrible muerte de un compañero como Puerta) para labrarse un nombre en la élite. Al cuadro bermellón regresó con 32 años con la idea de jugar un par más para retirarse, pero al final acabó cumpliendo los 40 vestido de bermellón. De sus últimos años como futbolista siempre se le recordará por fallar el penalti decisivo que pudo arruinar el sextete del Barça en el año 2009. Pinto le detuvo la pena máxima para meter al cuadro azulgrana en aquella final de Copa del Rey.
En el Mallorca coincidió con exdeportivistas como Sacaloni, Lux o Aouate. También jugó con los gallegos Rubén González y Julio Álvarez y fue uno de los veteranos que tuteló a jóvenes promesas como Asensio, Brandon o los deportivistas Pablo Marí y One.
De jugar a entrenar
Martí se convirtió en el primer balear en jugar en el Mallorca con 40 años. Y nada más cumplir con ese objetivo, colgó las botas y a los seis meses ya estaba entrenando en el fútbol profesional. «Me han hecho muchos veces la pregunta de qué entrenador es el que más me marcó y siempre he dicho que me quedo con lo mejor de cada uno de ellos. Hace 15 años estaba con Rafa Benítez y logramos un éxito importante. Lillo, Caparrós, Juande… De todos aprendí mucho y espero sacar lo que me enseñaron», explicó a su llegada a la isla.
Martí cogió al cuadro chicharrero en noviembre del 2015, situado en la parte baja, y con él inicio el despegue. Seis jornadas sin perder fueron su carta de presentación, evolucionando la forma de jugar más directa de Agné a una más combinativa, con el balón como protagonista. «Martí nos pidió que teníamos que jugar más en campo contrario», explicaba entonces Suso Santana.
El equipo acabó salvándose sin apuros (con el deportivista Saúl García de titular indiscutible); y al año siguiente lo hizo pelear por el ascenso. Se quedó a 4 puntos de la segunda plaza y en el play off eliminó al Cádiz y se quedó con la miel en los labios ante el Getafe de Bordalás. Un gran trabajo que no tuvo continuidad el pasado curso, ya que sería destituido en febrero, en la jornada 25, siendo 14.º, a un punto del descenso y a 11 del play off. En esa última campaña se le achacó no haber encontrado un once definido ni una forma clara de jugar, aunque lo cierto es que las lesiones tampoco ayudaron.