Vítor Silva: «El Dépor fue la luz al final del túnel»

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Sostiene que el rombo es como cualquier sistema: «El mejor cuando ganas y el peor cuando pierdes»

29 mar 2019 . Actualizado a las 09:48 h.

En la zona mixta de Riazor, tras el empate con el Almería, Vítor Silva (Peñafiel, Portugal, 1984) admitía no estar al cien por cien en el plano físico, pero apostillaba: «Igual mentalmente estoy más fresco que mis compañeros».

-¿Qué peso le concede al bloqueo mental en el bajón de juego?

-Querría explicarme. Si dije que estoy mentalmente mejor es porque mi falta de competición, mis seis meses sin competir al máximo nivel, me han hecho llegar especialmente ilusionado. Ellos llevan desde julio metidos en la competición y es normal que llegue un momento de temporada de fatiga mental. Me refería a eso. Yo al equipo lo veo con ganas e ilusión y sé que pronto va a terminar el bajón al que se refiere.

-La llamada le llega con el mercado cerrado, a los 35 y en el paro. ¿Recuerda la sensación?

-Para mí el Dépor fue la luz al final del túnel. Una puerta muy pequeña que se me abría para volver a hacer lo que más me gusta. Era consciente de que en mi situación, después de tanto tiempo sin competir y con la edad que tengo, el que me llamara tendría que ser alguien que me conociera lo suficientemente bien como para darme la oportunidad. Cuando Natxo me llamó lo viví con la ilusión de un chaval de 20 años.

-¿Le sorprendió que fuera el Dépor? Un club con objetivos más ambiciosos que el Reus.

-Por supuesto. Por todo lo que representa este club. No era necesario venir hasta aquí para saber que es un histórico de la liga española, de Primera. Venir cuando está compitiendo en Segunda es un aliciente más por la posibilidad de devolverlo a su categoría. Estaba en el Reus, sin poder competir y con 35 años; la verdad es que no me imaginaba que pudiera llegar esta oportunidad de dar el salto. Pero surgió, y aquí estoy disfrutando.

-En los ensayos se le ha visto en el presumible equipo titular. ¿Está ya para noventa minutos?

-No sé medirlo. No sé decir si estoy para eso. Puedo decir que me siento bien, al menos para ser una opción, como titular o no. Luego el tiempo que pueda pasar en el campo dependerá también de lo que exija el partido. Es imposible decir «me veo para jugar hasta este minuto».

-Ha probado como interior y como enganche. Natxo ha advertido varias veces de la exigencia física que conlleva ocupar uno de los costados del rombo.

-Es cierto que al interior en el rombo se le exigen más ayudas al lateral sin balón, por ejemplo, y puede haber mayor desgaste; pero, a cambio, con balón la participación es distinta y hay unas funciones de generar juego en las que me siento muy cómodo.

-Con el actual atasco en la medular asumir funciones creativas supone una presión extra.

-Soy consciente de ello y al final esas son mis características. Las de un jugador creativo, las que pide el juego combinativo, también ese último pase… Y si es eso lo que necesita el equipo y me dan la oportunidad trataré de dar el máximo. De todas formas, en un partido no hay una función menos importante que otra. Quizá esta se haya echado un poco más en falta en los últimos partidos, pero todos los jugadores que tiene el Deportivo en el centro del campo tienen calidad de sobra para asumirla.

-Lo que Natxo le pide al enganche es presencia en el área. En su carrera ha marcado varios goles, pero no ha sido frecuente verle rematar.

-A mí nadie me va a fichar por ser un goleador. Puedo tener buen golpeo a balón parado, pero mi principal función es la de asistir. Luego es cierto que dentro de la posición por la que me suelo mover hay que llegar a zonas de finalización y dar opciones de completar la jugada.

-¿Qué opina del rombo?

-[risas] Es que jugar con el rombo es como jugar de cualquier otra manera. Es el sistema perfecto cuando ganas y el peor cuando pierdes. No hay una idea ganadora. Da igual que te metas con diez jugadores por detrás del balón, o salgas a presionar muy arriba, o juegues en rombo o como quieras. Lo importante es quién sale a interpretar la idea. En el Dépor, el Reus o cualquier club. Los futbolistas que salten al campo tienen que estar convencidos de que eso que van a hacer es la mejor solución para ese partido o para la temporada entera.

-¿Y de los recursos tácticos de Natxo?

-Peor que una mala idea es no tener ninguna, y Natxo tiene ideas. Luego pueden gustar más o menos; a nosotros, a la afición… Pero las cosas las tiene muy claras. Y al mismo tiempo admite las opiniones diferentes y entiende que si es necesario cambiar algo por el bien común hay que hacerlo.

«Si lo hacemos bien, ya vendrá la gente a animar»

Vítor Silva fue el último en llegar al Dépor. «Natxo me había dicho en enero que existía la oportunidad ?detalla?. Yo tuve un par de ofertas pero estuve esperando y cuando me decidí ya no podían hacerse. A mitad de febrero, cuando volvió a llamarme y me preguntó si aún estaba disponible y me contó las condiciones que ofrecía el club, le dije enseguida que sí. Cómo podía decir que no. Este club y las cosas que he vivido con él....».

-¿Cómo es dentro del vestuario?

-Muy exigente. Aquí y en el Reus. Si quieres ser un ganador tienes que serlo independientemente de la ambición que tenga el club. Puede parecer muy duro, pero es un entrenador con el que puedes hablar, dispuesto a escuchar y a que le expliques tu situación. Eso es muy importante para un jugador.

-El viernes anticipó que se discutiría su continuidad. ¿Esa posibilidad ha alcanzado al plantel?

-El vestuario sigue con él. Esta claro. La confianza continúa porque al final somos nosotros los que salimos al campo, los que tenemos la responsabilidad. En el grupo no he apreciado cambios.

-En la misma comparecencia, Natxo también admitió el peso del ambiente enrarecido en Riazor.

-Es normal que la gente se manifieste cuando algo le gusta menos. Es la cultura del fútbol en España. No sé si hay algún estadio donde la gente siga animando cuando su equipo no lo está haciendo bien, pero creo que ni aquí ni en Portugal sucede. Quizá en otros países, sí, pero la cultura es distinta. Hay que saber convivir con eso y entender que depende de nosotros, que si hacemos las cosas bien ya vendrá la gente a ayudarnos.

-¿Tiene planes más allá de junio?

-El futuro lejano no me preocupa. Lo que me preocupa es mañana. Sé que cuanto más partidos dispute más fácil se me pondrán las cosas de cara a próximas temporadas, pero estoy disfrutando y no pienso en otra cosa. Quiero aprovechar todo lo que ofrece este club: un vestuario excepcional, unos trabajadores que te lo ponen muy fácil… Mi aspiración es jugar lo máximo posible, pero el objetivo principal es el del equipo. Y claro, si pudiera terminar estos tres meses con un ascenso, eso sería… Sería la hostia.