El partido de Málaga tiene bote

Xurxo Fernández Fernández
X. Fernández A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

Una victoria en la crucial cita de hoy permitiría al Dépor, ya que se apuntará el triunfo en la siguiente salida a Reus, igualar la racha a domiciliio de la liga 2005-06 antes de pasar un mes sin salir de Riazor

24 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El partido de Málaga tiene bote. Una victoria valdría por dos y dejaría en cuatro consecutivas la racha del Deportivo a domicilio. El próximo encuentro para los coruñeses lejos de Riazor (el del fin de semana del 17 de marzo) está ganado de antemano por la descalificación del Reus, así que de vencer en La Rosaleda el conjunto que dirige Natxo González emularía al que gobernó Joaquín Caparrós en la 2005-2006, y que enlazó cuatro duelos con triunfo como visitante entre el 20 de noviembre (0-3 al Racing en El Sardinero) y el 7 de enero (1-2 al Athletic en San Mamés).

El registro no bastó a aquella versión blanquiazul para meterse en competiciones europeas, pero en esta ocasión la victoria arrimaría temporalmente al Dépor a su objetivo. Supondría asaltar las plazas de ascenso directo dejando al Málaga a dos puntos de distancia y decantando del lado gallego la diferencia de goles particular (1-1 en la ida). Marcaría, además, un hito personal en la categoría, ya que en ninguna de las treinta campañas que el club ha cursado en Segunda logró hilar más de tres choques venciendo fuera de casa.

La idea de batir la marca ha tenido aspecto de quimera durante toda la primera vuelta, con los coruñeses dilapidando en viajes lo que obtenían en Riazor, pero la situación ha dado un giro y si ahora son empates sin sustancia los que mantienen la imbatibilidad como local, los puntos llegan de tres en tres en cada viaje. «Pido que ahora no cambie esa última tendencia. Volver a ganar fuera en dos estadios como lo hemos hecho es porque algo cambió. El equipo ha aprendido a competir fuera, a ser un equipo más incómodo y eficaz, que es lo decisivo. Siempre tiene que haber un pero, y si ahora ganásemos fuera y en casa, no habría peros y nos aburriríamos», bromeaba ayer Natxo en sala de prensa.

El detalle casa con el ánimo del técnico, obligado por fin a descartar jugadores ante la recuperación masiva de lesionados. Dos de quienes ocuparon la enfermería hasta hace una semana se disputan la plaza que ocupó frente al Nàstic el sancionado Didier. Si no hay cambio de sistema ?esta semana hubo pruebas con tres centrales? Vicente o Mosquera formarán con Bergantiños y Expósito en la medular.

Por detrás de ellos hay un lugar reservado para el retorno de Domingos Duarte, que enviará a Somma al banquillo una vez cumplido el castigo por acumulación de amarillas. En los carriles la situación está más en el aire ya que tanto Caballo como Bóveda optan al once para combatir la verticalidad de los jugadores de banda del Málaga. Arriba, la inconstancia de Fede podría abrir hueco a Pedro Sánchez, otro que parece completamente recuperado de sus problemas físicos. Múltiples candidatos a un lugar en el apartado de detalles de la historia del Deportivo, participando en una victoria con bote que validaría el recién estrenado cartel de visitante a temer.