Munir: «Cuando nos visita un equipo como el Dépor, se generan expectativas»

TORRE DE MARATHÓN

Carlos Diaz | EFE

El mundialista marroquí del Málaga es una de las piezas clave del próximo rival del Deportivo

24 feb 2019 . Actualizado a las 15:30 h.

Munir Mohand Mohamedi (Melilla, 1989) ha encontrado en Málaga la estabilidad que lleva buscando desde que se inició en el fútbol como portero, algo para lo que parecía predestinado, ya que su padre (en aficionados) y su hermano (en fútbol sala) también se enfundaron los guantes. Español e internacional con Marruecos (disputó el último Mundial), disfruta del momento antes de que las convocatoria internacionales le vuelva a situar su futuro en un brete, tal como le sucedió en el Numancia. El domingo a las seis de la tarde, le espera el Deportivo. O, mejor dicho, Munir aguarda con su cerrojo al equipo blanquiazul.

-¿Cómo se encuentra?

-Bien, disfrutando del momento, la verdad. Contento.

-Se le nota. ¿Pero alguna vez estuvo a disgusto?

-A decir verdad no, especialmente desde que llegué al Málaga.

-Ustedes son líderes de la categoría. Aunque empatados con el Osasuna y con un solo punto de diferencia sobre el Deportivo, no parece una situación para quejarse mucho.

-No lo es, pero llegamos al partido contra el Deportivo después de una victoria importante contra el Rayo Majadahonda [0-1]. Nos hacía falta.

-¿Después de tres partidos sin ganar [contra el Las Palmas, Almería y Tenerife; la última victoria había sido contra el Lugo], ya empezaban a incomodarse?

-No especialmente, pero es verdad que necesitábamos volver a esa dinámica de ganar. Estábamos trabajando duro para conseguirlo. Ahora viene un partido complicado.

-¿Los otros no lo eran?

-Bueno, eran dos partidos seguidos en casa contra el Tenerife y el Almería, se habían generado ciertas expectativas. Queríamos conseguir los seis puntos y no pudimos lograrlo. El equipo lo notó. Y, además, el rival que tocó fuera de casa, el Las Palmas, era complicado.

-¿Se hace larga la Segunda?

-Ya sabemos cómo es esta categoría. Más que larga, que también lo es, en realidad es muy igualada, lo que la hace más complicada. Por eso es importante que las rachas de resultados negativos no duren demasiado. En este sentido, nosotros hemos demostrado que somos un equipo mentalmente fuerte.

-No tienen otra opción, si su único objetivo válido es el ascenso.

-Bueno, sabemos perfectamente la exigencia que conlleva militar en este club. Siempre quiere estar al máximo nivel y se debe aspirar a lo más alto, pero el camino es duro y complicado.

-¿Cómo cree que le pueden hacer daño al Deportivo?

-Pues, la verdad, espero un partido bastante complicado. El Deportivo se ha estabilizado en posiciones bastante buenas de la clasificación. Y no se puede dejar a un lado el peso histórico que tiene este equipo. A nuestro favor está que jugamos delante de nuestra afición. Viene de empatar en casa contra el Nástic y querrán resarcirse.

-Hombre, se da por hecho que ambos equipos querrán ganar, vengan de la situación que vengan. Además, el partido es importante, son rivales directos.

-Obviamente, pero sobre lo que quiero hacer hincapié es que, a veces, cuando visita La Rosaleda un equipo de la entidad del Deportivo, la gente se genera ciertas expectativas... Pero para nosotros son tres puntos, lo mismo que en otros partidos. Es verdad que es un rival directo, pero no podemos pensar que será un partido definitivo.

-Usted será el último escollo para los delanteros del Deportivo, que no están teniendo mucha suerte.

-Ya, pues mira, mejor, mejor que no estén muy acertados. Son todos muy peligrosos. El Deportivo tiene jugadores importantes en todas las líneas.

PROBÓ CON EL MONTAÑEROS CON 17 AÑOS

Con la excusa de la visita del Deportivo, Munir podrá reencontrarse, de forma indirecta, con su pasado. Volver trece años atrás significa encontrarse al guardameta del Málaga viviendo en A Coruña. Siendo apenas un juvenil.

-¿Cómo tomó la decisión de mudarse a Galicia?

-Pues tan solo tenía diecisiete años de edad y necesitaba jugar. Simplemente, me propusieron esta posibilidad de jugar en el juvenil de División de Honor. Y decidí probar.

-Apenas estuvo dos semanas a prueba antes de irse de nuevo.

-Fue muy poco tiempo. La verdad es que no tengo muy buenos recuerdos, la experiencia no fue buena. Digamos que no encajamos ambas partes. Además, llegué en pleno verano y llovía mucho. Nada se dio bien esas dos semanas. Pero yo era muy joven.

-Lo contrario a lo que vive ahora.

-Exactamente. Málaga es como mi casa, tengo familia y amigos, la conozco bien. En el ecuador de la temporada, me encuentro muy feliz de haber venido aquí. Estoy en un momento muy bonito de mi vida. Disfrutándolo mucho. Llevaba mucho tiempo queriendo jugar en el Málaga.

-¿En qué siente que ha madurado con respecto al joven que se fue a A Coruña?

-En lo futbolístico, soy capaz de mantener mi regularidad. Además, ha contribuido bastante el hecho de que yo haya conectado con el club. Cuando juegas con el corazón, que es lo que más pesa, y lo sientes de verdad, el refuerzo anímico es recíproco entre la afición y el futbolista.

-¿Teme que la internacionalidad vuelva a pasarle factura al perderse partidos de Segunda?

-No, no. Ahora mismo no pienso en eso.