José Luis Oltra: «Natxo es mejor entrenador que yo»

TORRE DE MARATHÓN

CÉSAR QUIAN

El técnico del Tenerife tira de elegancia a la hora de ensalzar las virtudes de su rival

29 ene 2019 . Actualizado a las 09:12 h.

Ambos llegaron a un club histórico recién descendido. Lo hicieron sin un nombre que provocara suspiros en la afición. A los dos se les exigió el ascenso a su llegada. Pero también se les pidió fútbol. Goles. Balón. Quizá por todos estos lazos de unión y porque se sienta identificado con él, José Luis Oltra (Valencia, 1969) pone en valor el trabajo y la profesionalidad de Natxo González. Tanto que, tirando de elegancia, elige su colega de banquillo ante la hipotética tesitura de escoger alguien para fichar por el Tenerife: «¿Que a quién del Dépor ficharía para el Tenerife? Sin duda a Natxo. El Dépor tiene la mejor plantilla de Segunda, pero yo me quedaría con Natxo, porque sabe más que yo. Es mejor entrenador que yo», señala.

-No es la primera vez que regresa a Riazor tras su marcha, ¿sigue siendo especial?

-Por supuesto que es especial. Siempre lo es. Pasé dos temporadas maravillosas. En la primera disfruté del ascenso. La segunda fue más dura pero me permitió entrenar en la máxima categoría del fútbol español. El cariño está ahí. Pero más allá de eso, ahora llego defendiendo los intereses de otro club, que también es muy especial para mí. Luego se dan las circunstancias competitivas, de que será un partido entre un equipo que no ha perdido como local frente a otro que no ha ganado como visitante... Y ahí se te quitan las ganas de ir (se ríe). Pero, bueno, vamos a plantarle cara.

-¿Cómo ve al Deportivo?

-Tiene la mejor plantilla de la categoría. Nunca puedes decir, pero yo creo que va a ascender. Ya ha pasado la mala racha que en un momento u otro a todos nos toca atravesar. Ganó los dos últimos partidos frente a importantes rivales y eso les ha venido fenomenal. Tienen un plantel hecho a medida de su entrenador. Natxo es otro de los éxitos del equipo. Un entrenador que tiene experiencia, una trayectoria, que hace que sus equipos sean fácilmente reconocibles. Con una identidad y modelo perfectamente reconocible. Domina ataques posicionales, posesiones largas. Le gusta ser protagonista. Junta pases porque quiere ser asociativo... Uno de los máximos goleadores y de los menos goleados. Es que todo lo que puedo decir es bueno. Por encima de todo, en las últimas semanas ha demostrado capacidad para adaptarse. Comenzó jugando con un 4-4-2 en rombo y ahora ha cambiado al 4-3-3. El rendimiento ha sido excelente con ambos esquemas.

-Teniendo en cuenta su querencia también por un fútbol alegre. ¿Prevé un partido bonito de cara al espectador?

-Los partidos son como los melones, que hasta que no los abres no sabes cómo van a salir. Pero, teniendo en cuenta que somos dos equipos que vamos al frente y que buscamos portería, yo diría que sí debería ser un partido bonito. Sin embargo, en ocasiones, se enfrentan dos equipos así y sale un encuentro horroroso. Y otras, de dos conjuntos más conservadores, acabas viendo un partidazo. Pero, sí, a priori, apostaría porque será un buen partido.

-Imaginemos que le dan a elegir un jugador del Dépor para fichar. El que usted quiera. ¿A quién incorporaría de inmediato?

-Lo tengo claro. Ficharía a Natxo, que sabe más que yo. Es mejor entrenador que yo (se ríe). En serio, más allá de que piense lo que pienso de él, que es un enorme técnico y me alegro mucho de cómo le están yendo las cosas, no puedo elegir a ningún futbolista por el respeto que le tengo a mi plantilla. Solo le diré que cualquier equipo de Segunda estaría encantado de contar con la mayoría de los jugadores del Dépor.

-Más allá del ascenso, que imagino será lo más grande que ha vivido aquí, ¿con qué otro momento o momentos se queda?

-Claro que es lo principal el ascenso. Pero si hay que dejar ese día a un lado, y también el gol en el tiempo añadido en Tarragona, cuando llego al vestuario y me encuentro muchos jugadores llorando... Pienso que el partido de Balaídos, cuando ganamos 2-3 con el tanto en el último minuto, fue lo máximo. El recibimiento que nos brindó la afición en Riazor fue espectacular. Esa imagen es imborrable.

-¿Cuando llegó al Dépor imaginaba que la presión sería tan grande?

-Era la primera vez que entrenaba un equipo recién descendido, que además venía de veinte años arriba, ganando títulos, peleando por todo... De hecho había sido una sorpresa el descenso. Y, claro, la presión era brutal. Afición, prensa e incluso dentro del club, lo que se entiende por el entorno, estaban acostumbrados al éxito. No conocían la Segunda. Y se pensaban que solo por ser el Dépor ya estaba todo hecho. Recuerdo que tras ascender, con el récord y todo eso, alguien me dijo que en catorce partidos solo habíamos sido capaces de ganar por un gol de diferencia. Casi me dieron ganas de pedir perdón por ascender. De hecho, todavía llorando emocionado por el ascenso, dije una frase que se entendió mal. En aquel momento, dije que en Tenerife había disfrutado un ascenso y que en A Coruña lo había sufrido. Claro que estaba feliz y que había disfrutado. Pero me refería al hecho de la presión enorme que había. Porque subir era la única opción que había de que el club fuera viable. Y todos teníamos esa responsabilidad sobre nuestros hombros. Subir a la primera es muy complicado. Y el Dépor lo consiguió aquel año, repitió dos después y estoy seguro de que lo hará una tercera vez esta temporada.

-¿No imaginaba tanta presión?

-Yo era el primero que me exigía, pero hubo momentos complicados. De todos modos, aquel año fue maravilloso. Hice muchos amigos en A Coruña y la familia estuvo muy feliz. Incluso ahora estamos mirando para que puedan viajar todos, pero es complicado por exámenes, partidos... En cuanto al Dépor es un club brutal. Es cierto que me sorprendía que fuera tan familiar. Y pensaba que siendo así, lo que había logrado... Le veía muchas posibilidades. Ahora creo que se ha crecido mucho a nivel de entidad.

-¿Qué ha cambiado del Oltra que llegó aquí al de ahora?

-Vamos cambiando. Para empezar, tengo más bagaje, más experiencia... Manejas más situaciones. No solo en lo futbolístico, sino también en la forma de ser. Aun siendo el mismo tipo normal, cercano, te vas curtiendo en la gestión del grupo. Creo que soy más maduro. En cuanto a lo futbolístico, me sigue gustando tener protagonismo, el juego alegre... Pero es posible que sea menos radical.

-¿Tiene más mano izquierda?

-(Se ríe). Aquel año, probablemente, en algunos momentos quise defender no solo mi trabajo, sino al club y a los futbolistas por encima de todo. Eso me hizo, a veces, estar un poco más a la defensiva. Ahora mismo intento estar relajado. Ya le digo que he madurado.