Todos lo señalan como favorito

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

El Lugo, como cada semana los rivales del Dépor, lo sitúan en Primera más pronto que tarde

05 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Diecinueve jornadas después de comenzar a rodar el balón en la Segunda División, el Deportivo no está en ascenso directo. Tiene por delante tres equipos, y se distancia en solo tres puntos de quedarse fuera de la promoción. Sin embargo, pronunciar el nombre del club coruñés sigue provocando pavor entre los rivales. ¿Realidad o estrategia? Puede que un poco de todo, pero el presidente de la entidad blanquiazul, Tino Fernández, ya mostró su malestar por esta adjudicación perpetua del cartel de favorito. El dirigente manifestó su enfado públicamente hace unos días. Pero sigue ocurriendo. El último, Alberto Monteagudo, entrenador del próximo rival deportivista, el Lugo, quién ayer mismo lo declaraba en una entrevista concedida a La Voz de Galicia: «Cuando esto acabe, el Deportivo va a estar ahí arriba seguro. Tiene una idea de juego muy clara. Todo el mundo en ese equipo sabe lo que quiere y a lo que juega. Ha firmado a los futbolistas para una manera de jugar y también al entrenador».

Monteagudo fue el último pero no el más osado a la hora de declarar a los gallegos máximos favoritos al ascenso. A punto de finalizar el mes de noviembre, y tras perder 2-0 en el aguacero de Riazor, Jagoba Arrasate, técnico del Osasuna, fue rotundo: «Es el equipo de la categoría que más me gusta. Tiene un montón de registros, buenos futbolistas, entrenador... La pregunta que te haces con el Dépor no es si va a ascender o no, sino cuándo va a ascender».

Este equipo que muchos ven ya en Primera perdió en la última jornada por 3-0 en Cádiz, frente al conjunto de un entrenador, Álvaro Cervera, que también tiene pocas dudas. Y no solo por lo que él ve, sino que basa su opinión en los comentarios de otros profesionales del fútbol. «Los que ven partidos dicen que es el mejor equipo de la categoría. Y yo también lo pienso. Es un conjunto que tiene todos los registros: a balón parado es muy bueno y con la pelota también. Tiene un esquema muy definido, con un buen entrenador y las cosas muy claras. Y eso lo hace con grandes futbolistas de Segunda. En unos casos escogidos para la posición y en otros con jugadores que vienen de Primera. Es imposible tenerlo todo atado contra ellos, siempre van a tener un grado de orden o imaginación que tú ni te planteas», explicaba en la previa al duelo el técnico cadista.

Tanta rotundidad mostró López Garai después de empatar a dos en Riazor en un duelo que el Numancia mereció ganar: «El Dépor va a subir seguro, porque tiene futbolistas brutales. Un entrenador muy, muy bueno. Y una afición y una masa social detrás, que hacen todo para que suba. Si no tienen mala suerte, ya no digo que la tengan buena, estarán en Primera. Tiene pegada, automatismos… Es la mejor plantilla de Segunda y probablemente mejor equipo».

Y qué decir del siempre natural entrenador del Rayo Majadahonda, Antonio Iriondo. Tras la igualada en el Cerro del Espino, un periodista le preguntó si veía al Dépor candidato al ascenso. Su reacción fue rápida: «¿Si veo al Dépor candidato? Es que me lo pone a huevo. Claro que lo veo candidato porque tiene muy buen equipo, muy buena afición... Lo tiene todo para estar ahí», sentenció.

Hasta Manolo Jiménez, extécnico del Las Palmas, que durante el encuentro que lo enfrentó al Deportivo tuvo un enfrentamiento con Bernardo Tapia, no pudo sino mostrar su admiración hacia el conjunto blanquiazul. «Es uno de los grandes candidatos. Ahora mismo es el que mejor está rindiendo», había advertido antes de enfrentarse a él.

Pacheta, Sandoval, Diego Martínez, Xavi Bartolo... Son muchos los casos de entrenadores que, antes y después de sus partidos contra el Deportivo, se rindieron ante la que entienden «superioridad» de un conjunto, el blanquiazul, al que todos sitúan su potencial y su clasificación final por encima del puesto que actualmente ocupa en la tabla.

Los discretos números a domicilio son la causa de que esa imagen se encuentra actualmente algo distorsionada. A los gallegos, les quedan seis meses para solventarlo.