Los goles que el Dépor echa en falta

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Tras un gran inicio de Liga, Quique encadena cuatro partidos sin marcar mientras su equipo busca un líder, con Carlos Fernández lesionado y Vicente Gómez lejos de su mejor forma

15 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha cambiado el viento. Las malas sensaciones de la segunda parte contra el Numancia llaman a zafarrancho de combate a un Dépor necesitado de un paso adelante para espantar fantasmas y retomar el rumbo mañana (20.30 horas, Gol) en Riazor contra el Zaragoza. La ocasión llama especialmente a aquellos futbolistas que arrancaron la Liga en sexta velocidad mientras concitaban elogios y reconocimientos. Ahora llega la hora de que recuperen el protagonismo en un momento bien diferente. Con Carlos Fernández lesionado, Fede Cartabia renqueante, Vicente Gómez lejos de su mejor forma, o Bergantiños y Duarte con un pie en el banquillo, las miradas se vuelven hacia Quique.

Fichado a golpe de talonario el pasado verano, el delantero hizo buena la inversión con una explosión de goles que ampararon al Deportivo en el exigente arranque que el campeonato que le deparó. Su acierto convirtió en anécdota la dinámica negativa de la pasada temporada y hasta la dificultad de abrir las tres primeras jornadas a domicilio. Selló con siete goles sus siete primeros partidos de blanquiazul (diez jornadas, pues se perdió dos por lesión y otro por sanción), casi todos al primer toque, como si Riazor disfrutase de una suerte de Hugo Sánchez en Segunda.

El problema es que el encantamiento se esfumó. Quique ha completado los siete siguientes encuentros con únicamente dos nuevos goles y se ha quedado sin marcar en los cuatro últimos, cuando su equipo apenas ha sumado una única victoria frente al Osasuna en casa. Las otras tres acabaron con sendos empates contra contrincantes en apariencia menores que se subieron a las barbas sin que ninguno de aquellos jugadores que antes habían marcado el ritmo de aquel Dépor asumiesen ahora protagonismo.

 Mentalidad

El caso más llamativo es el del atacante, que hace realidad aquel tópico de que el acierto goleador es cuestión de rachas. En una entrevista concedida ayer a La voz del deporte, el programa de Radio Voz que dirige Mario Durán, el futbolista pucelano afirmó que su mentalidad sigue siendo la misma del arranque de temporada: marcar goles. « Llevaba una media muy buena, y ahora son cuatro partidos sin marcar, pero no hay que volverse loco ni subir a las nubes cuando las cosas van bien, ni obsesionarte cuando no marcas. Cuando salto al campo mi mentalidad siempre es de marcar goles, hacer buen fútbol y trabajar para tus compañeros, porque lo importante es el colectivo, y si cuando no marcas y marca otro, estoy igual de contento. Pero la exigencia siempre es marcar», añadió Quique, quien reconoció que la primera exigencia a un delantero siempre son goles, «pero -añadió- hay más cosas: defender, dar continuidad a tus compañeros, asistir al compañero, moverte, cosas que hacen que el equipo esté mejor, y si nos exigimos todos, el colectivo debe acabar potenciado», subrayó.

 Al menos a Quique no le han faltado las ocasiones. Como aquella a bocajarro en la primera parte del partido contra el Numancia en que chutó nada más recibir el pase filtrado por Marí (la jugada continuó hasta que Expósito marcó en una nueva llegada al área), o la asistencia a Bóveda en la segunda parte para que el lateral, solo ante el portero, rematase alto. Ninguna de las dos acciones saciaron el apetito del dorsal siete deportivista, a quien se vio acelerado con el balón, pero sin la puntería necesaria. Quizá la recupere precisamente contra el Zaragoza, frente al que la pasada temporada el entonces delantero del Osasuna se estrelló con varias ocasiones pintiparadas que falló, mientras enfrente Borja Iglesias acertó en las dos que tuvo. Esta vez con el técnico Natxo González en bando propio, Quique tratará de alcanzar revancha de aquel tropiezo y, de paso, volver a insuflar velocidad de crucero a un Deportivo que echa en falta sus goles.