El importante número de goles marcados por el Deportivo en este inicio de temporada no es fruto de la casualidad, ni de haber tenido dos buenos partidos con buenas rentas. Creo que es el resultado de sumar calidad y trabajo.
En primer lugar, la idea de juego marcada por el sistema impuesto por Natxo González influye mucho en que el equipo haga tantos goles. Se emplea mucha gente por delante. Dos delanteros como referencia. Además, la posibilidad de medias puntas e interiores con llegada al área. Muchas facilidades para que el casillero de goles a favor crezca.
Y una vez que encontramos esa disposición netamente ofensiva, hace falta mucho trabajo. Y también se puede observar con una movilidad muy marcada de todos los futbolistas, con los delanteros situándose entre el lateral y el central para conseguir superioridad numérica en la finalización.
Seguimos añadiendo ingredientes a este cóctel para obtener tan buen resultado. Y en este caso toca hablar del momento espectacular y la gran mezcla que hacen Carlos Fernández y Quique González, dos jugadores que aparentan entenderse a la perfección.
Por último, y no menos importante, está el balón parado que caracteriza a los equipos que quieren estar arriba. Por lo que se ve en los partidos, está claro que se trabaja mucho y bien, pues en cada partido se pueden ver acciones diferentes y todas con mucho peligro.