El Deportivo aguanta de pie una tarde delicada

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

Igualó el gol inicial del Málaga y sostuvo el punto pese a jugar el último cuarto de hora con uno menos

07 oct 2018 . Actualizado a las 21:32 h.

Un punto premió el esfuerzo de un Dépor que salió vivo de un exigente duelo contra un Málaga rocoso y mortal, así como de los errores de un árbitro que lo castigó por dos veces. Con el partido aún sin goles, Díaz de Mera no señaló un claro penalti sobre Carlos Fernández, autor luego de un tanto salvador, y con el 1-1 en el marcador expulsó a Quique tras un remate de chilena en la que el pichichi trataba de rematar en un salto con un rival. El empate final, bravo y sufrido hasta el último suspiro, supone apenas un pequeño caramelo tras un partido dominado de cabo a rabo por los locales. Pero también son los primeros puntos que el Deportivo pierde en A Coruña, donde hasta ayer ni tan siquiera había temblado.

Natxo González removió el puchero en el centro del campo, donde solo se mantuvo Didier Moreno respecto a las dos últimas victorias seguidas. Bergantiños desconectó el juego entre líneas de Harper y Juanpi, quien pasó completamente desapercibido, mientras Krohn-Dehli sustituyó la baja del pelotero Vicente Gómez. Así, el Dépor manejó el balón a destajo y disfrutó de las ocasiones, pero se retiró al descanso con el empate inicial y sin haber rematado entre los tres palos. Ni Quique ni Carles Gil acertaron en las dos más claras en los diez minutos iniciales. En la primera, David Simón remontó la línea de fondo, pero el pichichi empujó fuera su pase atrás. Poco después, en un contragolpe claro que llevó Quique, este habilitó a Carles Gil, cuyo golpeo con rosca golpeó en un rival y de nuevo se fue fuera por poco.

Hubo que esperar casi media hora para que el partido regresase a las áreas. Los coruñeses siguieron con el balón en el pie, pero el Málaga apenas le permitió profundizar más que en un centro de Saúl, rematado por Carlos Fernández, y otro de Krohn-Dehli, cabeceado por Marí, dejaron al Dépor como estaba y todo por decidir.

La segunda parte comenzó con un jarro de agua fría fruto de una de las especialidades del Málaga, el saque de banda en largo de Luis Hernández. Sirvió el defensa desde la perpendicular del área, el disparo de Adrián lo salvó Dani Giménez, pero en el siguiente de N’diaye no perdonó. Pobre balance defensivo de los deportivistas, que permitieron dos remates claros en una jugada de la que estaban avisados.

Sin Cartabia para dar una marcha más al equipo, el Dépor se volvió predecible y el rival, más de la escuela Muñiz. Sin fisuras a la vista por las que percutir, Natxo reunió a tres delanteros sobre el césped, con Christian Santos acompañando a Quique en la vanguardia y Carlos Fernández a sus espaldas. El sevillano gestó un córner en el que luego el árbitro no vio el claro penalti que el mismo deportivista sufrió, primero agarrado y luego empujado. Los locales insistían espoleados por Riazor. Quique chutó el primer remate entre palos del Dépor en el minuto 70, claro que desbarató así su estadística particular, en la que había marcado todo lo que había chutado a puerta, pues Munir lo detuvo seguro.

Con el Málaga encerrado, una arrancada de Bergantiños, quién si no, acabó con el remate a la red de Carlos Fernández en el primer palo. El delantero, indetectable para el rival desde la mediapunta, marcó así su primer gol con la camiseta blanquiazul. El arreón fue cortado de raíz por el árbitro, que castigó a Quique con una inexplicable expulsión tras una tijereta en pugna con un central del Málaga. En superioridad numérica sobre el césped, Harper se plantó solo ante Dani Giménez, pero el meta salvó el segundo y lideró el esfuerzo final de un Deportivo que sobrevivió a todos.