La eficacia del 33 %

TORRE DE MARATHÓN

Diario Sur

Muñiz tiene líder a un Málaga que gana sin la posesión del balón, que en algún partido no ha superado el tercio

05 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ni tiene la mejor plantilla, ni el mejor equipo de la categoría. Pero el Málaga tiene a Muñiz, un tipo con el que puedes estar todo el partido viendo cómo te ataca el rival y mantenerte tranquilo. En el Levante, el año que ascendimos, cada encuentro era un calco del anterior: el rival atacando y atacando, nosotros bien organizados atrás, ellos desperdiciando ocasiones y nosotros aprovechando la que teníamos y tres puntos más. Nunca tan poco sufrió un equipo sin balón». El que habla es un colaborador de Juan Ramón López Muñiz (Gijón, 1968) en la temporada 2016-17, en la que el Levante ascendió a Primera con 84 puntos, quince más que el segundo clasificado y cerca de batir el récord histórico del Deportivo.

El Málaga que lidera en estos momentos la categoría con siete victorias y una sola derrota (en Las Palmas) es un equipo muy parecido a aquel Levante. Un conjunto hecho a imagen de semejanza de su creador. Una obra de Juan Ramón López Muñiz.

Con nueve goles a favor y solo dos en contra, al próximo rival del Deportivo no le hace falta tener el balón para solventar sus encuentros con éxito. Así ha sucedido hasta ahora. En ninguno de los siete encuentros disputados hasta la fecha, el Málaga ha ganado la posesión del balón al rival. En los dos últimos como local no llegó siquiera al 40 % de tenencia del esférico. Es más, frente al Córdoba, en un partido que la escuadra dirigida por Muñiz se impuso por un contundente 3-0, le bastó con tener la posesión de solamente un tercio del partido. Unas cifras que ponen en entredicho la corriente del tiki-taka y la defensa de no regalar la pelota.

En este sentido, Muñiz lo tiene claro: «A veces es un poco ficticia; me vale la posesión en campo contrario, la finalización y las ocasiones», declaraba hace unos días el técnico al Diario Sur.

Y con esta idea, el entrenador asturiano vive su cuarta etapa en el Málaga (una como ayudante de Juande y tres como máximo responsable del banquillo) y con esa preparación afrontará el duelo del próximo domingo en Riazor.

Si el Sporting y el Granada ofrecieron todo un recital de juego defensivo, el Málaga no será diferente. El de Muñiz es un conjunto trabajado. Muy trabajado. El técnico prepara todo al milímetro. No deja nada a la improvisación. Ni siquiera las declaraciones de los futbolistas a los que desde el primer día de entrenamiento ha transmitido que eviten utilizar la palabra ascenso.

Con orden en defensa y acierto en las pocas ocasiones que crea en ataque, está consiguiendo ganar sus partidos por la mínima. Pero, a fin de cuentas, logra sumar de tren tres. De hecho, cinco de los siete duelos disputados finalizaron con un exiguo 1-0 (cuatro a favor y uno en contra).

En Riazor, no parece que vaya a ser una excepción. Ante un equipo que tiene querencia por el esférico como es el de Natxo Ramos, el Málaga de Muñiz navegará plácido y sin prisas.