Reválida después de un varapalo

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

Los futbolistas del Deportivo se entrenaron ayer por primera vez en el estadio
Los futbolistas del Deportivo se entrenaron ayer por primera vez en el estadio ANGEL MANSO

El Deportivo recibe al Granada con la obligación de pasar página del fiasco de Alcorcón

23 sep 2018 . Actualizado a las 22:54 h.

Riazor se reencuentra con un equipo en proceso. Hasta ahora se ha visto a dos Deportivo en uno, el que dejó minutos de seriedad a cuentagotas contra el Albacete, el Extremadura y el Tenerife, hasta brillar contra el Sporting, antes de volver a la casilla de salida en Alcorcón. Casi como de su estadio, la afición desea retirar de una vez los andamios para disfrutar de un Dépor con estilo propio, un bloque de talento que no reniegue del esfuerzo y tampoco salga perjudicado en la comparación con los otros descendidos. Quiere un grupo de ídolos de los que sentirse orgullosa. El camino está claro. Los aplaudió a rabiar después de someter al Sporting, pero les dio un tirón de orejas a causa del fiasco de Alcorcón. Más allá de los resultados, pero con el necesario respaldo de estos, la hinchada desea abrazarse a un equipo que no pare de evolucionar.

Ahí reside el quid en el que Natxo González y sus futbolistas trabajan, mientras no les duelen prendas en reconocer que les queda mucho por mejorar. Al cierre de la sexta jornada liguera, el Deportivo quiere saber quién es y hacia dónde va, que lo teman los rivales y empiece sacar tal rendimiento de sus puntos fuertes, que ni se noten los débiles. Por ahora ha parecido mucho más seguro y convencido a la hora de cerrar su portería que para buscar la contraria, así que ya sabe cuáles son sus pilares y dónde ha de seguir creciendo. La generación de juego de ataque se convierte en una de las asignaturas de las que se examinará en las próximas jornadas, cuando ha de igualar el número de jornadas de local con las de visitante.

La vuelta de Quique González se convierte en un alivio para sacar rendimiento de su fútbol, pues en el arranque de Liga el delantero pucelano se había destacado como su goleador más certero. Ausente en el estreno como local contra el Sporting, quizá hasta salte ahora de la enfermería a la titularidad. En cambio, habrá que comprobar si las lesiones de Caballo y Dubarbier en el lateral zurdo le pasan factura. La entrada de Saúl en el once, confirmada ayer por el propio entrenador, se convierte en una de las escasas oportunidades que el cántabro tiene para mostrarse de blanquiazul. Natxo González también podría seguir revolviendo en el puchero de los centrocampistas, donde hasta ahora solo repitió en una ocasión a los integrantes de su rombo. De vuelta a casa y en busca de una mayor fluidez en el fútbol, quizá dé otra oportunidad a Mosquera, mientras Carles Gil y Vicente Gómez parecen fijos.

Dos goles encajados

Sin descansos en el calendario, ni compromisos de menor exigencia a los que echar mano para ensayar sin tantos riesgos, el Deportivo se prueba ahora contra un Granada enrachado, que aún no ha perdido en Liga y cuenta con un jugador de dulce, el almeriense Puertas, autor de cuatro goles en las dos últimas jornadas. Además, apenas ha encajado dos goles, mientras el técnico Diego Martínez entrega sin rubor la condición de favorito al cuadro coruñés. Pero, ojo, porque los visitantes llevan casi 40 años sin perder en A Coruña ni en Primera ni en Segunda, y el Dépor, un año sin enlazar dos victorias seguidas en este Riazor que quiere reconocer a su Dépor.