Quique, con el viento a favor

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Recibe el alta médica cuando el Deportivo afronta tres de sus cuatro próximos partidos ante su afición

23 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque desde la dirección deportiva se insiste en que la plantilla está confeccionada incluso para afrontar los peores momentos con solvencia, el duro inicio de disputar cinco de los seis primeros partidos de la temporada como visitante acabó por pasar factura a un Dépor que en los dos últimos compromisos exhibió algunas carencias.

Además, el duelo de Riazor contra el Sporting se disputó en un estadio sin acabar, con la dificultad añadida de la reubicación de sus aficionados. A la espera de la conclusión de la obra, el Dépor inicia mañana una nuevo miniciclo de encuentros en los que su campo será protagonista.

La escuadra blanquiazul podrá jugar ante su público en tres de los cuatro próximos compromisos. Además, coincide esta serie de partidos con el regreso de Quique González, el futbolista con mejores números del ataque coruñés.

El delantero vallisoletano recibió ayer el alta médica después de haberse perdido los tres últimos compromisos, en los que el Dépor solo consiguió marcar un gol, perdiendo dos de los partidos. Y lo hace para convertirse en la punta de lanza de una nave se espere que navegue con el viento a favor que debe insuflar afrontar esos tres de los próximos cuatro duelos ante su afición.

El primero de estos compromisos mañana (21 horas, LaLiga123). Una semana después, el conjunto coruñés visitará a un Nàstic que solo ha conseguido ganar el último partido disputado y empatado otro más. El tercero de estos partidos será, de nuevo en Riazor, contra el Málaga, para acabar este miniciclo en A Coruña recibiendo al Elche. Cuatro compromisos de diferente envergadura pero con un nexo común en tres: la hinchada.

«El calendario es así. Hemos jugado varios fuera y ahora nos toca en casa. Pero todo pasa por pensar primero en el Granada, que será muy difícil. Tienen un entrenador que conozco porque lo tuve el año pasado y por trabajo no va a ser», reflexiona Quique, que sonríe cuando se le habla de su regreso al equipo. «Primero tengo que entrar en la convocatoria y luego veremos si el míster me da minutos».

Tres partidos como local en los que todavía no se sabe a ciencia cierta si el estadio estará totalmente acondicionado para afrontar los tres. De momento, de cara al de mañana, serán casi diez mil los abonados que tengan que cambiar su ubicación por culpa del retraso de la obra de las cubiertas.

Quique, que nunca ha jugado en Riazor (estuvo convocado en una ocasión, cuando en la campaña 2014-15 el Almería ganó por 0-1), está ansioso por poder disfrutar de esa magia de la que tango ha oído hablar.

«Partiendo que estuve con el Almería en Primera División, el otro día cuando entré por primera me pareció otro campo totalmente distinto. El recuerdo que tengo de aquel partido, a pesar de que ganamos 0-1, fue de un ambiente espectacular. Son cosas que te quedan en la cabeza. El otro día me tocó verlo desde fuera, pero tengo muchas ganas de que se acabe la obra, disfrutar del ambiente y poder jugar».

Con ese ambiente, el delantero pucelano está convencido de que el Dépor ofrecerá su mejor versión en los próximos compromisos. Por eso está tranquilo por los últimos resultados. Asegura que no ve mal al equipo y que entiende que es muy pronto para preocuparse.

Tranquilidad

«Si en la jornada 5 nos ponemos nerviosos, fíjate lo que queda. A todo el mundo le gusta empezar ganando pero es ahora cuando hay que mantener la calma. Esto es muy largo, muy igualado, muy complicado. Por estar ahora arriba, nadie te dice que vas a estar a final de temporada arriba. Hay que mantener la calma, tener fe e ilusión en lo que estamos haciendo; y trabajar de la mejor manera. Sabemos que lo que entrenamos a diario, nuestro fútbol, es lo que nos va a llevar a estar ahí arriba. Teniendo esa fe en lo que haces, antes o después van a llegar las cosas», asevera un Quique González que no se cansa de mostrar su felicidad por el ambiente que se respira no solo en el vestuario sino en A Coruña. «Me ha tratado todo el mundo genial desde que llegué. Estoy feliz y es muy importante encontrarse a gusto. Salen las cosas mejor», sostiene.

De momento, el máximo goleador blanquiazul parece que tendrá que ver los primeros minutos del duelo contra el Granada desde el banquillo, pero Riazor aguarda verlo en acción.