El eje sobre el que pivota el Dépor

TORRE DE MARATHÓN

Marcos Míguez

Los técnicos de su niñez reconocen en el Vicente Gómez blanquiazul las virtudes que lo llevaron a liderar al Las Palmas

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El viernes 17 de agosto, tras una fugaz negociación, Vicente Gómez (Las Palmas, 1988) se convertía, a falta del reconocimiento médico y firma de su contrato, en nuevo jugador del Deportivo. Fue minutos antes de que el conjunto coruñés se estrenara en la Segunda División midiéndose al Albacete. Dos días después del acuerdo, el canario mantenía sus primeros contactos directos en A Coruña con diferentes miembros de la dirección deportiva y técnicos del club. Y a más de uno lo dejó boquiabierto. El análisis que hizo del encuentro de su nuevo equipo en el Carlos Belmonte era de curso de entrenador. Describió perfectamente, bajo su perspectiva, los aciertos y errores cometidos por sus nuevos compañeros en el primer partido de Liga, así como las virtudes y carencias del equipo.

Este episodio refleja perfectamente lo que es el cerebro del medio del campo del Deportivo. Un futbolista que va más allá del 105x65 del terreno de juego. Un estudioso del deporte -ha cursado Ciencias de la Educación Física y del Deporte-. Un jugador capaz de analizar el juego más allá de seguir al pie de la letra las instrucciones que su entrenador pueda darle durante cada entrenamiento o partido.

«Siempre fue así. Recuerdo que, con frecuencia, manteníamos largas charlas sobre diferentes aspectos del fútbol. Un día, durante el calentamiento, lo llamé para comentar un tema táctico con él. Dejé a un ayudante al cargo del equipo. Cuando nos dimos cuenta, la sesión se había acabado», recuerda León Gómez, actual técnico del Sobradillo, en la División de Honor juvenil, y en su día entrenador de Vicente en sus últimos años en el Huracán.

Otra larga conversación, en este caso años antes y con Víctor Morales, su entrenador desde alevines a juveniles. El actual técnico del fútbol base del Unión Viera compartió con Vicente la gran desilusión que supuso para él no dar el salto del cadete al juvenil B sin pasar por el C: «El club no lo consideró oportuno en aquel momento pese a que era el que más destacaba de los cadetes. No sé si fue porque en el juvenil B y en el A había otros en su demarcación o porque querían hacerle ver que con ser el mejor no llega, que hay que seguir trabajando. El caso es que el chaval se llevó un disgusto. Ese día hablamos largo y tendido y entendió cómo era esto del fútbol», recuerda el entrenador.

Sin embargo, Víctor Morales ya hacía tiempo que tenía claro que Vicente iba para futbolista: «Es el típico chaval que desde pequeño lo ves que puede llegar. Empezó como delantero y cada año quedaba máximo goleador del club en todas las categoría. Pero fue creciendo y así perdió algo de velocidad, con lo que fue retrasando su posición», explica el técnico canario.

Cabeza y generosidad

«Es un futbolista con cabeza y que desborda generosidad», enfatiza León Gómez antes de relatar una anécdota que, a su entender, define bien cómo ha sido siempre Vicente: «El último año que yo lo tuve fue en Tercera División. Era la última jornada de Liga y nos jugábamos la permanencia. Llegamos al descanso con 2-0 a favor, pero en el vestuario les insistí mucho en la importancia de meter el tercero porque no me fiaba. El caso es que al poco tiempo de la reanudación, él metió el tercero, el segundo de su cuenta. En ese instante, se me acercó al banquillo para pedirme el cambio. Vio que el partido estaba resuelto y que su trabajo había concluido. No le importaba que otro compañero disfrutara del éxito. Pero no lo cambié. Quise que celebrara la victoria jugando todo el partido y se despidiera con ese recuerdo de haber salvado al equipo», relata.

Introvertido pero con carácter. Estudioso. Prudente. Buen compañero. Con ascendencia sobre el grupo. Son algunas de las afirmaciones que los dos entrenadores que lo vieron crecer hacen cuando tratan de describir al Vicente que no se ve en el campo.

«Con él, el Deportivo ha fichado un gran futbolista, un gran hombre de vestuario y alguien que seguro que consigue ser muy querido por la afición», anuncia León Gómez. «Un niño que se creció en la grada animando al Las Palmas con el grupo Ultra Naciente y acabó siendo un referente para nuestra hinchada», destaca Morales. «Un líder que todo entrenador quiere tener en su equipo», sentencian los dos.

Frente al Granada disfrutará de su quinto encuentro consecutivo como titular

Solo cinco entrenamientos le hicieron falta realizar a Vicente con el Deportivo para que Natxo González ya lo alineara como titular en el encuentro de la segunda jornada que afrontó el conjunto coruñés en Almendralejo.

Venía en forma porque se había entrenado con el Las Palmas y el técnico blanquiazul no quiso desaprovechar la ocasión de contar con un futbolista de Primera para esta aventura en Segunda.

Desde entonces, Vicente no ha salido del once inicial y solo ha sido reemplazado en dos ocasiones, la primera y lógica en Extremadura con el marcador ya a favor, y la segunda contra el Sporting, faltando tres minutos para el final del encuentro, después de haber tenido que ampliar su zona de acción sustituyendo a Bergantiños como 6.

El próximo lunes, contra el Granada, nada cambiará y Vicente Gómez se perfila como uno de los integrantes del rombo que Natxo González gusta de emplear en el medio del campo.

Su buen trato con el balón, su capacidad para sacarlo controlado, su llegada y, en ocasiones, su adaptación a sufrir en el vértice más defensivo lo convierten en ese eje sobre el que pivota un Deportivo que ha encontrado su gran referente en la medular. Es canario y responde al común nombre de Vicente Gómez.